domingo, 18 de noviembre de 2012

Los "Bobones"

 

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 Infanta elena y jaime de marichalar bautizo de su hijo

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 La realeza española asistió a la 28ª recepción de los Premios Princesa de Asturias en la Plaza de la Catedral

Los "Bobones"

 En un anciano país
 existió una monarquía
 que comenzó en democracia
 y terminó en anarquía.
 En aquel reino reinaba
 una curiosa familia:
 un "Bobón" de nuevo cuño
 y una griega algo engreída
 que engendraron dos princesas
 y un príncipe en demasía
 por cumplir con la ley Sálica
 que consagraba la hombría.
 La cosa empezó a torcerse
 con las bodas de las hijas,
 algo ligeras de cascos
 y de moral distraída.
 La mayor, que era algo lela,
 pasó por la vicaría
 con un noble también lelo
 en la ciudad de Sevilla.
 Al poco tiempo parió
 un querubín de revista
 que devino en gamberrete
 con escasa puntería.
 La segunda, buena jaca,
 se cameló a un deportista,
 que dejó a su antigua novia
 y se encoñó con la niña.
 De jaca pasó a coneja
 y cada año paría
 "urdangarines" de pro,
 chupones de dinastía.
 Y el principito heredero,
 cortejador de coristas,
 cayó por fin en el cebo
 de una artera periodista,
 divorciada y con más mañas
 que la puta Celestina;
 pero falló en la preñez
 por seguir la dinastía
 pues en lugar de un varón
 paría niña tras niña.
 Pero empiezan los problemas
 y la cosa se complica
 por culpa de estos gañanes
 que, de nobleza, ni pizca.
 El noble rancio de Soria,
 bermudas y en zapatillas,
 paseaba por Serrano
 cual jocunda modistilla;
 circulaba en patinete
 con ignorante osadía
 saltándose a la torera
 direcciones prohibidas
 Y el "Bobón" mandó parar,
 se acabó la algarabía,
 suspendió la convivencia
 y se cargó una familia.
 El chico del balonmano,
 modelo de deportistas,
 se convirtió en un truhán,
 en un vulgar chantajista
 que, siendo duque de Palma,
 tuvo la necia osadía
 de estafar unos millones
 en tan reputada isla.
 Y el "Bobón" mandó parar,
 porque al duque sugería
 que se marchase del reino
 a ocultar sus fechorías.
 La justicia que no es lerda,
 apeló a su señoría,
 y es fácil que al señorito
 le caigan ciento y un días.
 El príncipe mientras tanto
 afronta esta travesía
 sin saber que el gran patrón
 prepara una felonía.
 Sin encomendarse a nadie
 se ha ido de cacería
 a la sabana africana,
 solito y sin la Sofía ,
 sabiendo que a la llegada
 le esperaba mis Corina,
 rubia y jacarandosa,
 cortesana la más fina.
 A la mañana siguiente
 salieron de cacería,
 cacería de elefantes,
 que es una cosa muy fina.
 Parece ser que cobraron
 colmillos de gran valía,
 y a celebrarlo montaron
 una generosa orgía.
 El "Bobón" de las narices
 como un cosaco bebía,
 y apañó tan regia trompa
 que salió con alegría
 no a por rudos elefantes
 sino a trincarse a Corina
 que lo esperaba anhelante
 tras las leves celosías
 del bungalow colindante.
 Como al pendejo le ardía
 la cosa entre la entrepierna,
 pensando que ya subía
 al catre de aquella fiera,
 aceleró por la prisa
 y tropezó en un tablón
 y tropezó de tal guisa
 que se crujió la cadera
 y se le aflojó la picha.
 Al monarca, trastornado,
 llevan a la enfermería,
 y al ver que es cosa muy seria
 llaman a Cancillería
 para repatriar al bobo
 y salvar la Monarquía.
 Corina, desconsolada,
 triste, sola y compungida,
 se consoló con un negro,
 muy bien armado y sin prisas.
 Mientras, la consorte griega
 celebra Pascua Florida
 blasfemando porque el Rey
 la cuernea con Corina.
 Esta es la historia,señores,
 del reino de Picardía,
 donde los nobles y reyes
 ejercen con alegría
 un papel desvergonzado,
 las más torpes tropelías,
 mientras el pueblo se jode
 y no le encuentra salida
 a los más duros problemas
 de su aperreada vida.

martes, 23 de octubre de 2012

Las ilusiones perdidas


No se van en trenes con maletas de cartón pero llevan sus bienes más preciados: un portátil, un móvil de última generación regalado por un familiar o conseguido a base de una lucha de puntos sin cuartel. Suelen tomar un vuelo de bajo coste, cazado pacientemente en las redes de Internet. Se van a hacer un máster, o han logrado una mal llamada beca Erasmus que costará a la familia la mitad de sus ahorros. Otras veces van a hacer de au-pair, de auxiliar de conversación, o a cualquier trabajo temporal. La familia va a despedirlos a la puerta de embarque y mientras se alejan disimularán unos su pena y otros su incipiente desamparo. "Es por poco tiempo -se dicen-. Dominarán el idioma, conocerán mundo... Regresarán en pocos meses".

Hasta hace poco era un privilegio de los nuevos tiempos que les permitía gozar de una libertad sin límites, de un mundo sin fronteras, de una capacidad casi infinita de aprendizaje... Hasta que llegó la crisis y la maleta pareció distinta, la espera en la fila de embarque más embarazosa, la despedida más triste y el fantasma de la ausencia definitiva más cercano.

No. No llevan maletas de cartón, ni hay aglomeraciones en el andén de la despedida. No se marchan en grupo, sino uno a uno. Aparentemente nada les obliga. Ha sido una cadena invisible de acontecimientos. Estuvieron allí hace unos años, o tienen una amiga que les ha informado de que puede encontrar algún trabajo con facilidad. No pagarán mucho, eso es seguro, pero podrán ganarse la vida con cierta facilidad... A fin de cuentas aquí no hay nada.

Y se marchan poco a poco, sin alboroto alguno. Un goteo incesante de savia nueva que sale sin ruido de nuestro país, desmintiendo la vieja quimera de que la historia es un caudal continuo de mejoras.


No hay estadísticas oficiales sobre ellos. Nadie sabe cuántos son ni adonde se dirigen. No se agrupan bajo el nombre oficial de emigrantes. Son, más bien, una microhistoria que se cuenta entre amigos y familiares. "Mi hija está en Berlín", "se ha marchado a Montpellier", "se fue a Dubai" son frases que escuchamos sin reparar en el significado exacto que comportan. Escapan a las estadísticas de la emigración porque suelen tener un nivel alto de estudios y no se corresponden con el perfil típico de lo que pensamos que es un emigrante. Quizá en las cuentas oficiales figuren como residentes en el extranjero, pero deberían aparecer como nuevos exiliados producto de la ceguera de nuestro país.

En los tiempos de crisis que detallan cada euro gastado nadie computa los centenares de miles de euros empleados en su formación y regalados a empresarios de más allá de nuestras fronteras con una torpeza sin límites, con una ignorancia sin parangón. Menos aún se cuantifican el esfuerzo de sus familias, las ilusiones perdidas y sus sueños rotos en mil pedazos.

No llevan maletas de cartón, pero componen un nuevo éxodo que azota especialmente a Andalucía, que dispersa a nuestros jóvenes por toda Europa y gran parte del mundo, que nos priva de su saber, de su aportación y de su compañía. Pero, aparentemente nadie se escandaliza por esta fuga de cerebros, lenta pero inexorable, que nos privará de muchos de nuestros mejores talentos. Nadie protesta por esta nueva oleada de exiliados que son una acusación silenciosa del fracaso y de engaño. Se van en silencio por el túnel de embarque en el que les alcanzará la melancolía por la pérdida temprana de su tierra.

No son, como dicen, una generación perdida para ellos mismos. No son los socorridos ni-nis que sirven para culpar a la juventud de su falta de empleo. Son una generación perdida para nuestro país y para nuestro futuro. Un tremendo error que pagaremos muy caro en forma de atraso, de empobrecimiento intelectual y técnico. Aunque todavía no lo sepamos.

sábado, 28 de julio de 2012

Las grandes fortunas que no pagan impuestos


                           LA BANCA, EL FRAUDE FISCAL Y EL NEW YORK TIMES.

                                                      

      El New York Times ha ido publicando una serie de artículos sobre Emilio Botín, presentado por tal rotativo como el banquero más influyente de España, y Presidente del Banco de Santander, que tienen inversiones financieras de gran peso en Brasil, en Gran Bretaña y en Estados Unidos,además de en España.En EE.UU. el Banco de Santander es propietario de Sovereign Bank.

     Lo que le interesa al rotativo estadounidense no es, sin embargo, el comportamiento bancario del Santander, sino el de su Presidente y el de su familia, así como su enorme influencia política y mediática en España. Un indicador de esto último es que ninguno de los cinco rotativos más importantes del país ha citado o hecho comentarios sobre esta serie de artículos en el diario más influyente de EE.UU. y uno de los más influyentes del mundo. Es de suponer que si se escribieran artículos semejantes, por ejemplo, sobre el expresidente Zapatero, tales reportajes serían noticia. No así en el caso Emilio Botín.

     Una discusión importante de tales artículos es el ocultamiento por parte de Emilio Botín y de su familia de unas cuentas secretas establecidas desde la Guerra Civil en la banca suiza HSBC. Por lo visto, en las cuentas de tal banco había 2.000 millones de euros que nunca se habían declarado a las autoridades tributarias del Estado español. Pero,un empleado de tal banco suizo, despechado por el maltrato recibido por tal banco, decidió publicar los nombres de las personas que depositaban su dinero en dicha banca suiza, sin nunca declararlo en sus propios países. Entre ellos había nada menos que 569 españoles, incluyendo a Emilio Botín y su familia, con grandes nombres de la vida política y empresarial (entre ellos, por cierto, el padre del President de la Generalitat, el Sr. Artur Mas; José María Aznar; Dolores Cospedal;Rodrigo Rato; Narcís Serra; Eduardo Zaplana; Miguel Boyer; José Folgado; Carlos Solchaga; Josep Piqué; Rafael Arias-Salgado; Pío Cabanillas; Isabel Tocino; Jordi Sevilla; Josu Jon Imaz; José María Michavila; Juan Miguel Villar Mir; Anna Birulés; Abel Matutes; Julián García Vargas; Ángel Acebes; Eduardo Serra; Marcelino Oreja...). Según el New York Times, esta práctica es muy común entre las grandes familias, las grandes empresas y la gran banca. El fraude fiscal en estos sectores es enorme. Según la propia Agencia Tributaria española, el 74% del fraude fiscal se centra en estos grupos, con un total de 44.000 millones de euros que el Estado español (incluido el central y los autonómicos) no ingresa. Esta cantidad, por cierto, casi alcanza la cifra del déficit de gasto público social de España respecto la media de la UE-15 (66.000 millones de euros), es decir, el gasto que España debería gastarse en su Estado del Bienestar (sanidad, educación, escuelas de infancia, servicios a personas con dependencia, y otros) por el nivel de desarrollo económico que tiene y que no se gasta porque el Estado no recoge tales fondos. Y una de las causas de que no se recojan es precisamente el fraude fiscal realizado por estos colectivos citados en el New York Times. El resultado de su influencia es que el Estado no se atreve a recogerlos. En realidad, la gran mayoría de investigaciones de fraude fiscal de la Agencia Tributaria se centra en los autónomos y profesionales liberales, cuyo fraude fiscal representa -según los técnicos de la Agencia Tributaria del Estado español- sólo el 8% del fraude fiscal total. Es también conocida la intervención de autoridades públicas para proteger al Sr. Emilio Botín de las pesquisas de la propia Agencia Tributaria. El caso más conocido es la gestión realizada por la exVicepresidenta del Gobierno español, la Sra. De la Vega, para interrumpir una de tales investigaciones. Pero el Sr. Botín no es el único. Como señala el New York Times, hace dos años, César Alierta, presidente de Telefónica, que estaba siendo investigado, dejó de estarlo. Como escribe el New York Times con cierta ironía, "el Tribunal desistió de continuar estudiando el caso porque, según el juez, ya había pasado demasiado tiempo entre el momento de los hechos y su presentación al tribunal". Una medida que juega a favor de los fraudulentos es la ineficacia del Estado así como su temor a realizar la investigación. Fue nada menos que el Presidente del Gobierno español, el Sr. José Mª Aznar, que en un momento de franqueza admitió que "los ricos no pagan impuestos en España". Tal tolerancia por parte del Estado con el fraude fiscal de los súperricos se justifica con el argumento de que, aún cuando no pagan impuestos, las consecuencias de ello son limitadas porque son pocos. El Presidente de la Generalitat de Catalunya, el Sr. Artur Mas, ha indicado que la subida de impuestos de los ricos y súper ricos tiene más un valor testimonial que práctico, pues su número es escaso. La solidez de tal argumento, sin embargo, es nula. En realidad, alcanza niveles de frivolidad. Ignora la enorme concentración de las rentas y de la propiedad existente en España (y en Catalunya), uno de los países donde las desigualdades sociales son mayores y el impacto redistributivo del Estado es menor. Los 44.000 millones de euros al año que no se recaudan de los súper ricos por parte del Estado hubieran evitado los enormes recortes de gasto público social que el Estado español está hoy realizando. Pero otra observación que hace el New York Times sobre el fraude fiscal y la banca es el silencio que existe en los medios de información sobre tal fraude fiscal. Tal rotativo cita a Salvador Arancibia, un periodista de temas financieros en Madrid, que trabajó para el Banco Santander, queseñala como causas de este silencio el hecho de que el Banco Santander gasta mucho dinero en anuncios comerciales, siendo la banca uno de los sectores más importantes en la financiación de los medios, no sólo comprando espacio de anuncios comerciales, sino también proveyendo créditos -aclara el Sr. Salvador Arancibia- "...medidas de enorme importancia en un momento como el actual, donde los medios están en una situación financiera muy delicada". De ahí que tenga que agradecer al diario que se atreva a publicarlo, porque hoy, artículos como los que publica el New York Times y el mío propio, no tienen fácil publicación en nuestro país. Es lo que llaman "libertad de prensa".

 Vicenç Navarro, Catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University

jueves, 26 de julio de 2012

Exigir la suspensión de las CC.AA.

Carta a la Sra. Merkel:
Exija el fin de las autonomías

Respetada Canciller Federal:
Hace tres semanas, el profesor e historiador norteamericano David
Spengler publicaría una carta abierta en The Asian Times dirigida a su
persona, en la que la pedía “que dejara caer a España”, y explicaba
las razones, que iban desde la incompetencia, el despilfarro y la
corrupción generalizadas del Gobierno y particularmente de las
administraciones territoriales, donde nadie controla nada y nadie
responde de nada, lo que implica una asignación del grueso de los
recursos públicos (45 % del PIB) en forma tan disparatada e ineficaz
que supera todo lo imaginable. Adicionalmente, según el Dr. Spengler,
el Gobierno miente en todo: sobre su situación económica, sobre la
bancaria y sobre la fiscal. Su deuda y los intereses son ya
inasumibles y, en consecuencia, somos insalvables.
No obstante, y aun reconociendo la veracidad de sus afirmaciones -que
tengamos hoy más PIB real que en 2007 resume la falsedad inaudita de
las cifras oficiales-, España no sólo es salvable es que ni siquiera
necesitaría la intervención, sólo necesita la supresión del sistema
autonómico, que representa un despilfarro anual de más de 120.000
millones de euros, equivalentes al 12% del PIB. Sin embargo, la
oligarquía política se opone radicalmente a desmontar esta gigantesca
estructura que ha levantado en su exclusivo beneficio y escapa a las
manos de los españoles el poder de cambiar este expolio de
proporciones épicas. A día de hoy, el déficit de las regiones y
ayuntamientos asciende a unos 5.000 millones de euros mensuales, y
está siendo cubierto por el Gobierno con supuestos “adelantos
presupuestarios”, supuestos porque jamás serán devueltos, lo que ha
elevado el déficit del Estado en un 50% hasta abril, equivalente al
10% del PIB en términos anualizados. Y tampoco pueden pagar los
vencimientos de deuda, más de 25.000 millones, y esperan que el
Gobierno con el dinero del BCE lo haga por ellos.
Con una deuda pública total -no solo la computable- del 118 % del PIB
oficial, un déficit 2012 estimado en más de 110.000 millones y unos
intereses del 4,5% del PIB oficial en los próximos 12 meses, España ha
superado el punto de no retorno y ocurre que sólo Ud. como Canciller
de Alemania y líder más cualificada de Occidente tiene el poder de
acabar con una situación que supondrá la ruina, no solo de España sino
tal vez el fin de la zona euro. Y para evitarlo bastaría exigir,
condicionando a ello cualquier ayuda, la reforma radical de las
instituciones territoriales responsables de los dos tercios del gasto
público. Es absolutamente inaceptable, tanto social como
económicamente, que la UE y el FMI exijan a España que suba impuestos
y recorte prestaciones, sin antes acabar con el despilfarro
autonómico. ¿Cómo se puede subir el IVA y recortar pensiones y
mantener 30.000 coches oficiales o dos millones de empleados públicos
inútiles? ¿Cómo destruir la economía productiva y de las familias y
mantener intacta la improductiva? Y es ahí Sra. Canciller, donde los
españoles necesitamos desesperadamente su ayuda.
Como conoce perfectamente, porque lo ha vivido en primera persona,
España ha estado gobernada durante más de siete años por un presidente
poco cualificado y ahora, a pesar de las ilusiones populares puestas
en el cambio, Mariano Rajoy se ha revelado un fracaso total. Ni tiene
coraje, ni tiene un plan ni intención alguna de tenerlo, toda su
gestión ha resultado una auténtica tragedia. Ambos, junto con el
aparato de sus propios partidos, funcionan exclusivamente como una
oligarquía -España tiene 450.000 políticos, cuatro veces más por
habitante que la UE- de intereses comunes y nunca como partidos
nacionales. Para ellos son más importantes sus ventajas partidistas y
personales que los intereses de la nación, lo que les lleva a mantener
a toda costa un modelo de Estado cuyo nivel de despilfarro y de
corrupción nos conduce a la ruina.
Vivimos bajo un modelo que dividió la nación en 17 autonomías
territoriales, totalmente contrarias, excepto dos, a la Historia y a
la realidad objetiva de España. Estas autonomías, cuyas competencias
más que duplican a las de los Estados federales, son el vehículo con
el que la oligarquía política fue colocando a sus familiares, amigos y
correligionarios, creando para ello, el equivalente a 17 mini estados
con todos los órganos propios de una nación, desde 17 Parlamentos a 19
televisiones públicas (todas en pérdidas), 23 Universidades sin
alumnos que las justifiquen a 22 aeropuertos con 300 pasajeros/mes,
pasando por infraestructuras absolutamente ruinosas. A ello se unen
8.200 Ayuntamientos, cuando no se justifican más de 3.000, y con
niveles de despilfarro inauditos. Sólo Madrid, la capital más
endeudada de Europa, tiene 1.500 asesores inútiles, 180 coches
oficiales, personal cinco veces más que los grandes ayuntamientos
mundiales y ha gastado 500 millones de euros en dotarse de la
sede-palacio más lujosa de Occidente, mientras el 23% de madrileños
vive por debajo del umbral de la pobreza, de ellos 140.000 niños. Y
ahora ¡quieren organizar los Juegos Olímpicos!
La rémora del empleo público
Primero colocaron a decenas de miles, luego a cientos de miles y hoy
totalizan dos millones de empleados públicos nombrados a dedo –causa
principal del brutal nivel de desempleo, ya que en España cada empleo
público destruye 2,8 puestos en el sector privado- y donde para no
tener que dar explicaciones a nadie crearían hasta 3.000 empresas
públicas, la gran tapadera del despilfarro, una inmensa telaraña de
ocultación de deuda y corrupción, empleando a 400.000 personas amigas
y con sueldos un 35% superiores a la media del sector privado.
El grueso de la crisis bancaria derivaría también del modelo de
Estado. El 54% de los depósitos de la banca se concentraba hasta el
año 2.000 en cajas de ahorro, que habían sido el referente de las
clases humildes españolas durante casi dos siglos y que se
convertirían en botín preferido de los Presidentes autonómicos, que
impondrían a personas políticas afines no profesionales al frente de
las mismas, al objeto de poder disfrutar de un poder económico casi
ilimitado para financiar sus obras faraónicas y los disparates más
inauditos.
Veinte “gestores” irresponsables y moralmente corruptos,
interrelacionados política y económicamente por 14 presidentes
autonómicos, que les garantizaría la no intervención del Banco de
España primero y la ocultación de la realidad de sus balances después,
financiarían los proyectos inmobiliarios más inauditos, que junto con
las grandes obras públicas llevarían a la quiebra a la mayoría de
estas instituciones bicentenarias en solo ocho años. PP, PSOE y
nacionalistas sellarían un pacto de silencio para que ninguno de los
responsables de tamaña catástrofe fuera procesado. La última acción al
respecto la protagonizaría el Sr. Rajoy, de acuerdo con el PSOE, al no
destituir al Gobernador del Banco de España por grave incumplimiento
de sus obligaciones a cambio de su silencio.
En conjunto, esta situación ha llevado a España a un nivel de
endeudamiento público y privado del orden del 400% del PIB, el más
elevado del planeta, una cantidad que jamás podrá ser devuelta. Dentro
de ella, la deuda pública no cesa de crecer, gracias a la actitud
absolutamente irresponsable del BCE, cuyos préstamos se entregan sin
control alguno para financiar el gasto corriente y los agujeros
bancarios, y donde ni un euro va a la economía productiva, lo que
arruinará España para varias generaciones. El rescate bancario ha sido
de nuevo insuficiente, porque se ha infravalorado la morosidad –la
real es doble de la oficial– y porque las viviendas caerán aún un 35%
y no se ha tenido en cuenta. Además crea un círculo vicioso de bancos
quebrados comprando deuda con el dinero del BCE para mantener un
Estado quebrado, que a su vez se endeuda para salvar a estos mismos
bancos quebrados. Sólo la actuación simultánea sobre el sistema
financiero, cerrando los bancos inviables y cambiando de modelo de
Estado, puede salvarnos.
Sin embargo, si la ya inevitable intervención se hace en forma
indiscriminada, desconociendo la realidad económica de la nación,
reduciendo salarios y prestaciones y subiendo impuestos, sin cortar de
raíz los focos de despilfarro y manteniendo intactos los 450.000
políticos, parásitos sociales en su mayoría, que nos han llevado a la
ruina, el resultado sería un desastre histórico y la miseria y el
hambre para millones. Es por ello Sra. Canciller, que como única
persona que está hoy en condiciones de ayudar al pueblo español, me
dirijo a Ud. para pedirla que antes de la intervención exija en su
lugar la supresión la locura económica que implica la actual
administración autonómica y local. La eliminación de un gasto inútil
de 120.000 millones de euros anuales, permitiría reducir el
endeudamiento y crear empleo significativamente en relativamente poco
tiempo, mientras que la alternativa conllevaría una brutal deflación
interna con unas consecuencias económica y socialmente devastadoras.
Un sufrimiento casi inimaginable para los españoles actuales y
futuros, para mantener los privilegios de una oligarquía política
parasitaria y corrupta.
Roberto Centeno, Catedrático de Economía de la Universidad Politécnica de
Madrid
(Se envía copias a Wolfgang Schäuble, Ministro de Finanzas de
Alemania; Christine Lagarde, Directora Gerente del FMI; Olli Rehn,
responsable de Asuntos Económicos y Euro de la Comisión, y Mario
Draghi presidente del BCE)

viernes, 4 de mayo de 2012

La carga de la prueba para un dios.

 La carga de la prueba para un dios.

  

En principio, la carga de la prueba recae sobre quien afirma, porque es autor de sus palabras. Si su afirmación resultara falsa, podría tener graves consecuencias. Por eso, la libertad de expresión conlleva la obligación de responder por ella, si se le solicita hacerlo.(1)
Cuanto más insólita la afirmación, más rompe el estado de normalidad, y más pesa la carga de la prueba.(2) Por otra parte, cuanto mayor la carga de prueba, más justificado el oyente en cuestionar la afirmación del proponente.
 Las afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria.(3) El proponente de una afirmación extraordinaria debe probarla. Cuando rinde cuentas a la satisfacción del oyente crítico, cumple con su deber, ganando así respetabilidad.
Si invirtiéramos la carga de la prueba, el proponente se libera de su responsabilidad. Efectivamente, los oyentes tendríamos que responder por las palabras del proponente –cada uno redundantemente por su cuenta. Cuánto más extraordinarias e increíbles las afirmaciones del proponente, más costoso para los oyentes.
Por omisión, la posición del oyente crítico es una suspensión de juicio. La prudencia le exige examinar la proposición antes de comprometerse: la fiabilidad de los procesos y criterios utilizados, los hechos relevantes, la coherencia, la claridad del razonamiento, las consecuencias razonablemente esperadas, las implicaciones lógicas, las suposiciones subyacentes, los motivos del proponente, la preponderancia de evidencia relevante en apoyo/en contra, etc.
Históricamente, un dios es una entidad teórica e intencional que interactuaría deliberadamente con lo físico.(4) Se le atribuyen propiedades humanas: por ej. deseos, juicio propio, volición deliberada, propósitos, etc. Se plantea que es suprasensible y que existe, aunque sea en forma oculta.
La proposición de que un dios exista de verdad es súper extraordinaria.(5) No se conocen entidades suprasensibles e intencionales, ni su interactuar deliberado con lo físico e independiente del sujeto.(6) No concuerda con el grueso de conocimientos de trasfondo. Cómo tal, la carga de la prueba es correspondientemente alta.
El proponente debe justificar cada atributo del dios que propone. Es más, debe justificar las acciones que se le atribuyen: la supuesta influencia divina en lo físico, independiente de cada sujeto.(7) Debe señalar en qué hechos se basa, demostrar la relevancia de los hechos señalados, y probar más allá de toda duda razonable que su dios exista de verdad.

Referencias;
1. Por ejemplo, demostrar la veracidad de su proposición, presentar razones sólidas que apoyen su probabilidad, etc.
 2. Inversamente, cuanto más ordinaria la afirmación, menos pesa la carga de la prueba, y menos justifica exigir una rendición de cuentas. Las afirmaciones ordinarias resultan más verosímiles porque concuerdan con el grueso del conocimiento fiable de trasfondo. “Lo normal se presume, lo anormal se prueba”: ver onus probandi.
 3. Carl Sagan, astrónomo estadounidense hizo famosa esta frase: “Extraordinary claims require extraordinary evidence.” (Las afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria.). Las afirmaciones extraordinarias no están acorde con el grueso del conocimiento fiable de trasfondo, sobre todo con las cosas relacionadas, lo que justifica exigir mayor rendición de cuentas.
 4. Conforme con las “sagradas” escrituras.
 5. Como una primera aproximación, existir significa tener una cosa “ser real y verdadero”, Diccionario enciclopédico usual Larousse, segunda edición 2005, página 292. En resumen, podemos decir que las cosas, sus propiedades y estados que existen de verdad, cualesquiera que sea, o se constituyen, o se realizan físicamente.
 6. Hasta el momento, no se encuentra nada concreto que encaja con la idea de un dios.
 7. por ej., si se le atribuye la creación de mundos, ser la causa de los vientos y sismos, ser la causa de buena suerte, etc. entonces corresponde rendir cuentas por cada atributo causal, por cada supuesta causa divina.

jueves, 19 de abril de 2012

El Infierno

El Infierno


El infierno ha sido interpretado a lo largo de los siglos por las distintas civilizaciones bajo dos puntos de vista diferentes: como morada de los muertos o como lugar de perdición de los pecadores
El infierno como morada de los muertos:
El desconocimiento del hombre del «más allá», que identifica con la conciencia de oscuridad, unido a la costumbre de muchos pueblos de enterrar a sus muertos, explican que la morada de éstos se localice en las oscuras profundidades de  la Tierra. Para muchas religiones el infierno, que es parte del cosmos, representa el reino de la noche y está dominado por dioses propios que gobiernan sobre lo nativo, la muerte, el terror, lo hostil.

Mesopotamia y Egipto

En la cultura sumeria, lnnana, diosa celeste, viaja al reino inferior y oscuro, el Kigallú donde reina Ereshkigal. Regresa gracias a la intervención del dios Enki. El semidiós Tammuz es el protector de los muertos. En la epopeya acadia de Gilgamés desaparece esta esperanza de la salvación: Enkidu no es salvado por Gilgamés y el infierno de Istar se convierte en un campo de batalla. En la religión asirio-babilónica Nergal junto con su esposa Ereshkigal se convierte en dueño absoluto del infierno identificado con el sol abrasador, origen de la fiebre, es por lo tanto el responsable de la enfermedad y su corte está poblada por demonios que personifican las plagas. La única esperanza de los muertos en su reino será satisfacer sus deseos. La diferencia de suerte en el otro mundo,  tal y como ocurrirá para otras muchas religiones encuentra condicionada al cumplimiento de una serie de ritos.
Para los egipcios el infierno es el reino de Osiris, dios que regula la vida y la muerte. En su reino los justos esperan a ser llamados a vivir una segunda vida. El viaje difunto al reino de Osiris es de una importancia capital y se facilita a través del libro de los muertos, cuyo contenido mágico doblega a los dioses. Entre los mayas de América, el rey del inframundo se llama Hunahau y se le representa adornado de cráneos y huesos. Su símbolo es el perro y su mensajero la lechuza. Ekahau, el pájaro de las quejas en forma de halcón, es su acompañante.

Grecia:

En la civilización griega se cree en la existencia de un paraíso para los héroes, las Islas Afortunadas, y un lugar de tinieblas para el resto de los hombres, el Hades, situado en el centro de la Tierra, limitado por corrientes de agua y rodeado por el océano. Estas corrientes de agua que fue definiendo la literatura de la época son el Aqueronte, el Cócito, el Estigio, el Flogetón y el Leteo. Se atravesaban en la barca de Carón o Caronte que exigía un pago u óbolo por sus servicios. En otras religiones se encuentra esta metáfora del camino de acceso al más allá. Entre los incas, por ejemplo, las almas de los muertos debían cruzar un puente trenzado de cabellos, y en la antigua religión iraní el puente Chinvat aparece como un juez mecánico que se ensancha para los buenos o se estrecha para los mentirosos.

El Hades griego sólo recibe el significado de lugar de recompensa para los héroes, a los que está reservada una copa mágica, y de sufrimiento para los malvados, a los que espera un cenagal, a partir de la Odisea de Homero, siendo antes un lugar neutro. Según Homero, el rey Minos decide sobre los destinos de los muertos y de los héroes, que en su caso reciben su castigo por su perversidad o soberbia, y administra así justicia. En Platón se encuentra también esta diferenciación en el más allá entre los campos Elíseos para los sueños y el Tártaro para los injustos. Entre los injustos algunos son dignos de purificación y alcanzan el Tártaro. El Hades se divide de esta manera en tres partes: la de los buenos, la de los malos, y la de los que no merecen castigo ni recompensa. Es el origen de la tripartición cristiana del cielo, infierno y purgatorio, representada por Dante. En el contexto de esta Antigüedad clásica, los romanos llaman a los dioses del Tártaro infierní, en contraposición a los del mundo superior o superiori.

El infierno Judío:

El judaísmo continúa concibiendo la morada de los muertos (seol) en dos partes: una para los buenos y otra para los malos. En el seol, fosa donde reina la oscuridad y en la que gobierna Leviatán, los muertos esperan la llegada de un libertador que abra sus puertas y permita la salida de los justos. Al final del mundo antiguo ya no se concibe el más allá como región terrestre, infierno o paraíso, sino como divina y alejada en el espacio.
Infierno como lugar de perdición de los pecadores
Aunque la idea de condenación eterna es específicamente judío-cristiana, en todas las grandes religiones aparece más o menos explícitamente un infierno, o más bien. un purgatorio, como oposición a la vida virtuosa en el más allá. Para los chinos existen unos libros que recogen las acciones buenas y malas de los espíritus que serán juzgados. En Japón un espejo refleja las acciones de los muertos antes de este juicio. La duración de las penas en las diferentes civilizaciones es variable y generalmente la permanencia en el infierno no se concibe como eterna. Para los chinos cada año el día 30 del séptimo mes el infierno se vacía y quedan liberados los proscritos. Entre los hindúes tampoco el suplicio en el infierno es eterno y su sentido se encuentra en relación con la creencia en la trasmigración de las almas. El mazdeísmo tampoco cree en la eternidad de las penas. La destrucción del infierno será el paso previo que habrá de preceder al triunfo absoluto del bien.
El infierno como lugar específico donde son castigadas las faltas o pecados de los hombres aparece con el comienzo de la era cristiana y el exilio de los judíos. El infierno pasa a representar el triunfo de la justicia divina y se desarrolla la idea de gehema, lugar donde los pecadores sufren un continuo tormento por sus faltas y arden en un fuego eterno que jamás los consume.
En el Apocalipsis se habla de un lago de fuego y azufre donde se arroja a los condenados. En el Antiguo Testamento son numerosas las metáforas utilizadas para representar el infierno, abismo donde reina un real destructor. Es Dios el que envía al: Hombre o lo libera de los infiernos. Ya en el Nuevo Testamento el descenso a los infiernos de Cristo representa por un lado el anuncio de la buena nueva y de la salvación que los apóstoles y doctores, y el mismo Jesús, transmiten a los patriarcas y profetas de Israel. La resurrección o la subida de los infiernos del Mesías significa la liberación efectiva de ¡os justos, la victoria en definitiva sobre Satán o “el adversario”., El fuego del infierno pasa así a convertirse en fuego purificador. El descenso y la subida de estos infiernos de Cristo se identifica en la cultura cristiana de esta manera con el rito del bautismo. Muchos autores han interpretado esta metáfora de la bajada a los infiernos de Cristo como la mayor evidencia de la influencia de la mitología en el cristianismo. En el Nuevo Testamento la bajada a los infiernos como castigo los pecadores sólo se conserva en los manuscritos latinos mientras que en el resto de los textos este infierno no se concibe como lugar de tormento. Cuando se define la distinción en él entre morada de los muertos y lugar de condenación es en la época helenística.
En la teología cristiana la pena de condenación consiste en la privación de la visión de Dios (pena de daño) aunque nunca ha sido específicamente definida por la Iglesia. Es circunstancial ya que el infierno es el lugar en el que la redención, siempre es posible gracias a la esperanza universal del cristiano, no ha ocurrido todavía. Hasta el siglo XIX no se supera el concepto de espacio de condenación eterna dentro protestantismo. Hoy en día en esta tendencia doctrinal dentro de la Iglesia se tiende a hablar del infierno más como estado o condición que como lugar, y se da más importancia a la esperanza que al castigo eterno. Los católicos continúan creyendo la existencia de un infierno que durará siempre, según una fiel lectura de las das Escrituras.

La Imagen del Infierno

Las ideas sobre este infierno cristiano se manifiestan en los libros apócrifos de donde pasaron a la liturgia y al arte. El Apocalipsis de Pedro (siglo II) y el de Pablo (siglo IV) son obras que aportan muchísima información sobre la representación de este lugar de perdición. En ellas se muestra el paraíso como lugar de luz situado en el cielo y el infierno como horno ardiente. Para los cristianos medievales el infierno es el reino de Satanás donde son torturados los cuerpos de los condenados entre las llamas eternas. Desde el siglo XII aproximadamente la entrada en el infierno se representa como las fauces abiertas del monstruo Leviatán en cuyo interior se encontraba a veces una caldera.
Durante el Renacimiento este símbolo se sustituyó por la boca de una cueva o, en menores ocasiones, como la puerta de acceso de un edificio, custodiada por el perro de tres cabezas de la mitología griega Cerbero. El acceso al cielo se representaba en forma de puente, recogiendo esta vez la tradición de aquellas civilizaciones antiguas sobre las que nos deteníamos líneas atrás. En épocas posteriores en las representaciones de este infierno veremos cómo los lujuriosos se sumergen en llamas sulfurosas, los sodomitas giran en un asador mientras que los glotones se revuelcan entre inmundicias. Muchas otras metáforas recrean este espacio tan propicio para el desarrollo de la imaginación humana. El lugar del infierno en el arte cristiano se encuentra en las representaciones del Juicio Final.

Fuente consultada:
Enciclopedia Espasa Calpe

domingo, 8 de abril de 2012

Coloquio - Analfabetos políticos

 Coloquio - Analfabetos políticos

 

Siempre he sido un simpatizante, aunque no seguidor de Julio Anguita (ya que no suelo seguir a nadie) Pero me hubiese gustado que matizara bien lo que ha querido decir, analfabeto político es ¿El que no vota lo que él quiere? ¿Él que no entiende ni papa de política? ó ¿El que no quiere saber nada de política, aunque entienda? Si quiso decir el primero, entonces hay mayoría de analfabetos, ya que sólo le votaron una minoría cuando estuvo en política, El segundo, aunque sea analfabeto en ese campo, no por eso tiene que ser un burro, y el tercer caso, que es el mío, le diría a don Julio, que no voto porque no me sale de los cojones, y porque no quiero contribuir con mi voto a que haya políticos corruptos ni chaqueteros cómo había en su propio partido, y las prostitutas, menores explotados, gente en la miseria y delincuentes los hay y quizás en demasía en países donde el pueblo está quizás más politizado, por ejemplo, Cuba, Corea del Norte, China, Rusia, etc,etc,. Julio Anguita es una persona muy inteligente, pero no siempre habla ex cátedra, y creo que con este comentario se ha excedido en su juicio hacia un gran número de personas. Y para terminar le diría que habrá muchos analfabetos políticos que saben mejor que él el coste de la vida, y de todos los artículos que él enumera, ó quizás ya ha olvidado que en su día perteneció a "La Casta" y vivió cómo un privilegiado y quizás no visitó un supermercado durante el tiempo que estuvo viviendo del momio. Elías
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Pudiera parecer que te picas, y ya sabes lo que se dice del que se pica ajos come. Lo que ha querido decir está muy claro en su propio mensaje, no hay que buscar segundas lecturas, me parece. Te pierdes cuando ves en el horizonte la hoz y el martillo, jejeje. Según multitud de informes suministrados por organismos internacionales, nada sospechosos de marxistas, en los paises que has citado y precisamente de manera proporcional al rigor con que estuviera implantado su sistema comunista en cada momento, la delincuencia, la miseria extrema, la prostitución mafiosa desregulada, la explotación de menores, etc... existen en mucho menor número que en los países donde se ha implantado el capitalismo, en particular su variante mas 'salvaje'.... Lo del analfabeto político viene, como bien sabes (en España), del franquismo, donde estaba mal visto (muy mal visto, diría yo, casi peligroso) tener algún tipo de pensamiento político, salvo que fuera franquismo puro y duro o en el peor de los casos alguna variante ultraconservadora (FET-JONS, Carlismo, monárquicos, ultra católicos integristas, etc.), y la gente, en plan defensivo en muchos casos, presumía de ser 'apolítico' o de no tener conciencia política, alejándose rápidamente de cualquier sospecha que pudiera comprometerle...Hoy todavía arrastramos esa tara, que supongo que es a lo que se refiere Julio Anguita. Deberías valorar que es un 'rara avis' que ha renunciado a sus pensiones relativas a sus cargos públicos de carácter político, y según dicen, vive de su pensión como docente y de sus actividades particulares (charlas, conferencias, etc...) renunciando a sus prerrogativas como ex diputado. Julio
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Julio, a mi edad no suelo picarme tan fácilmente,  lo que ocurre es que me molesta que personajes que han estado encumbrados y gozan de cierto prestigio, lo usen para insultar a un determinado grupo, y sus lectores se traguen lo que el escriba como si fuesen verdades absolutas. Me dices que me pierdo cuando veo la hoz y el martillo, nada más lejos de la realidad, siempre fueron un símbolo al que tuve gran estima, y la ideología que representan mucha más, los que no me causan mucha simpatía son los países que implementaron esa idolología, al menos tan chapuceramente, también me indicas que ese mensaje iba destinado a los ciudadanos españoles que vivieron durante el franquismo, venga Julio, yo no defiendo ningún sistema político, es más, es posible que no me guste ninguno de los que conozca, pero tu sabes que tan totalitario es el comunismo como el fascismo, ó ¿es que los ciudadanos de los países comunistas, que hubo y que hay, gozaron o gozan de mas libertad de elección que los españoles  de la época franquista? ¿cuántas elecciones electorales tuvieron o tienen? o ¿son tan políticamente eruditos que no les hacen falta? A ti te hago esas preguntas, pero, al que me gustaría hacérselas es a Julio Anguita. Querido primo, no seas iluso, aquella pobre gente estaba más falta de libertad que nosotros, te pondré un ejemplo, Alemania, dividida vergonzosamente por un muro, no para que la gente no pasara, sino para que no se escapasen, o ¿es que los pobres alemanes del este eligieron libremente el estar encerrados?
Yo, como tu sabes he vivido en tres países capitalistas, y he visitado muchos, y mi hija tambien, ella por partida doble, hemos trabajado en lo que nos gustó, hemos viajado donde hemos querido, y nunca nada ni nadie coartó nuestra libertad de movimiento ni de trabajo, ni nos persiguió nadie para comprar moneda extranjera en el mercado negro, no ocurría así en los países comunistas. La gente emigraba a Estados Unidos, Canadá y Australia pero nadie emigró a ningún país comunista, ¿sabes por que? porque en esos países hay libertad, allí la gente sueña, hace planes, tiene iniciativas y el que vale, triunfa, y el que no, a la cuneta, pero en los partidos comunistas tan "alfabetizados políticamente", allí van todos a la cuneta, menos la clase política, esos viven como reyes en sus "dachas" de recreo, con sus cochazos y sus buenas pagas y prebendas, mientras el obrero, "alfabetizado políticamente", curraba como un esclavo para cumplir algún plan quinquenal en las fábricas o en los "koljoses" agrícolas, teniendo algunos como recompensa una medalla de aluminio con el título de "Héroe de la Unión Soviética" pero eso sí, viviendo en un apartamentucho de 30 metros cuadrados y soñando con vivir como en los países occidentales, por eso cuando la Unión Soviética se desintegró y se descubrió el pastel, el mundo vio atónito que aquello era como una herida infecta y llena de pus, que todo era una vulgar mentira, y los países que quedan si les dieran la oportunidad se desintegrarían tambien, que abrieran las puertas a los cubanos, no iban a quedar nada más que la nomenclatura política.
Por último le diría al señor Anguita, no tire piedras a nadie, eduque que es lo suyo, aunque le pasó lo que el dicho dice, "no hay profeta sin honra sino en su propia casa" ¿por qué no educó a su propio hijo, que en vez de ser corresponsal de El Mundo Obrero ó La República, eligió un periódico de lo más facha? o es que ¿no estaba "alfabetizado políticamente"?
Bien Julio, por ahora no tengo más que decirte, solo que te lo pases bien, y no me tomes nada a mal, un abrazo, Elías.

sábado, 24 de marzo de 2012

Capitalismo

Capitalismo
 

El capitalismo es un sistema social basado en el reconocimiento de los derechos individuales, incluyendo los derechos de propiedad, en el que toda propiedad es privada.

El reconocimiento de los derechos individuales implica la prohibición de la fuerza física en las relaciones humanas: básicamente, los derechos sólo pueden ser violados por medio de la fuerza. En una sociedad capitalista, ningún individuo o grupo puede iniciar el uso de la fuerza física contra otros. La única función del gobierno, en esa sociedad, es la tarea de proteger los derechos del hombre, es decir, la tarea de protegerlo de la fuerza física; el gobierno actúa como agente del derecho del hombre a su defensa propia, y puede usar la fuerza sólo en represalia y sólo contra aquellos que inician su uso; de esa forma, el gobierno es el medio de colocar el uso de la fuerza como represalia bajo un control objetivo.

Cuando digo “capitalismo”, me refiero a un capitalismo total, puro, no controlado, no regulado, un capitalismo laissez-faire – con separación de Estado y economía, de la misma manera y por las mismas razones que existe separación de Estado e iglesia.

La justificación moral del capitalismo no radica en la reclamación altruista de que representa la mejor manera de alcanzar “el bien común”. Es cierto que el capitalismo hace eso – si esa frase hecha tuviera algún sentido – pero eso es solamente una consecuencia secundaria. La justificación moral del capitalismo radica en el hecho de que es el único sistema consonante con la naturaleza racional del hombre, que protege la supervivencia del hombre como hombre, y que su principio rector es: justicia.


La acción requerida para sostener la vida humana es principalmente intelectual: todo lo que necesita el hombre tiene que ser descubierto por su mente y producido por su esfuerzo. La producción es la aplicación de la razón al problema de la supervivencia.

Dado que el conocimiento, el pensamiento y la acción racional son propiedades del individuo, ya que la opción de ejercer su facultad racional o no depende del individuo, la supervivencia del hombre requiere que aquellos que piensan sean dejados libres de la intrusión de los que no lo hacen. Como los hombres no son omniscientes ni infalibles, deben ser libres de estar de acuerdo o en desacuerdo, para cooperar o seguir su curso independiente, cada uno según su propio juicio racional. La libertad es el requisito fundamental de la mente del hombre.


Es el hecho metafísico básico de la naturaleza del hombre – la conexión entre su supervivencia y el uso de su razón – lo que el capitalismo reconoce y protege.

En una sociedad capitalista, todas las relaciones humanas son voluntarias. Los hombres son libres de cooperar o no, de tratar unos con otros o no, según determinen sus propios juicios individuales, convicciones y sus intereses. Ellos pueden tratar unos con otros sólo en términos de y por medio de la razón, es decir, por medio de diálogo, persuasión y acuerdo contractual, por la decisión voluntaria en beneficio mutuo. El derecho a estar de acuerdo con otros no es un problema en cualquier sociedad, es el derecho a disentir que es crucial. Es la institución de la propiedad privada lo que protege y pone en práctica el derecho a disentir – y mantiene así el camino abierto al atributo más valioso del hombre (valioso personal, social y objetivamente): la mente creativa.


El carácter de un sistema social tiene que ser definido y evaluado en referencia a la filosofía. Correspondiendo a las cuatro ramas de la filosofía, los cuatro pilares del capitalismo son: metafísica – los requerimientos de la naturaleza y la supervivencia del hombre; epistemología – la razón; ética – los derechos individuales; política – la libertad.

El capitalismo exige lo mejor de cada hombre – su racionalidad – y le premia de acuerdo con ello. Deja que cada hombre elija libremente el trabajo que le gusta, para especializarse en él, para intercambiar su producto por el productos de otros, y para llegar tan lejos en el camino al logro cuanto su capacidad y ambición le permitan. Su éxito depende del valor objetivo de su trabajo y de la racionalidad de los que reconocen ese valor. Cuando los hombres son libres de comerciar, con la razón y la realidad como su único árbitro, cuando ningún hombre puede utilizar la fuerza física para arrancar el consentimiento de otro, es el mejor producto y el mejor raciocinio el que gana en cada ámbito de la actividad humana, elevando el nivel de vida – y de pensamiento – cada vez más alto para todos aquellos que participan en la actividad productiva de la humanidad.

Pecado Original

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 Pecado Original

Tu código empieza condenando al hombre como malo, y luego exige que practique un bien definido como imposible de practicar. Exige, como primera demostración de virtud del hombre, que éste acepte su propia depravación sin pruebas. Exige que empiece, no con un criterio de valor, sino con un criterio de maldad, que es él mismo, a través del cual él tiene entonces que definir lo bueno: lo bueno es aquello que él no es.

No importa quién acabe siendo el beneficiario de su gloria renunciada y su alma atormentada, un Dios místico con algún designio incomprensible o cualquier transeúnte cuyas llagas ulceradas se exhiban como algún tipo de demanda inexplicable sobre él – no importa, lo bueno no es algo que él pueda entender, su deber es arrastrarse durante años de penitencia, purgando por la culpa de su existencia con cualquier recaudador callejero de deudas ininteligibles, su único concepto de un valor es un cero: lo bueno es aquello que es no-hombre.

El nombre de ese absurdo monstruoso es el Pecado Original.

Un pecado sin voluntad es una bofetada a la moralidad y una insolente contradicción: lo que está fuera de la posibilidad de elección está fuera del ámbito de la moralidad. Si el hombre es malo por nacimiento, no tiene voluntad ni poder para cambiar; si no tiene voluntad, no puede ser bueno ni malo; un robot es amoral. Considerar como pecado del hombre un hecho que no está en su esfera de elección es una burla a la moralidad. Considerar la naturaleza del hombre como su pecado es una burla a la naturaleza. Castigarlo por un crimen que cometió antes de nacer es una burla a la justicia. Declararlo culpable en un asunto en el que no existe la inocencia es una burla a la razón. Destruir la moralidad, la naturaleza, la justicia y la razón a través de un único concepto es una hazaña de maldad difícil de igualar. Sin embargo, ésa es la raíz de vuestro código.

No os escondáis tras la cobarde evasión de que el hombre nace con libre albedrío pero con una “tendencia” al mal. Un libre albedrío ensillado con una tendencia es como un juego con dados cargados. Obliga al hombre a luchar y a esforzarse en jugar, a asumir la responsabilidad y pagar por el juego, pero la decisión está inclinada a favor de una tendencia que él no tiene poder de escapar. Si la tendencia es de su elección, no puede poseerla al nacer; si no es de su elección, su albedrío no es libre.

¿Cuál es la naturaleza de la culpa que tus maestros llaman su Pecado Original? ¿Cuáles son los males que el hombre adquirió cuando cayó del estado que ellos consideran perfección? Su mito declara que comió del fruto del árbol del conocimiento – adquirió una mente y se convirtió en un ser racional. Era el conocimiento del bien y del mal – se convirtió en un ser moral. Fue sentenciado a ganarse el pan con su trabajo – se convirtió en un ser productivo. Fue sentenciado a sentir deseo – adquirió la capacidad del disfrute sexual. Los males por los que ellos le condenan son la razón, la moralidad, la creatividad, la alegría – todos los valores cardinales de su existencia. No son los vicios del hombre los que el mito de su caída trata de explicar y condenar, no son los errores del hombre por los que ellos le consideran culpable, sino la esencia de su naturaleza como hombre. Fuese lo que fuese, aquel robot en el Jardín del Edén, que existía sin mente, sin valores, sin trabajo, sin amor, no era un hombre.

La caída del hombre, según tus maestros, fue que consiguió las virtudes necesarias para vivir. Estas virtudes, según el criterio de ellos, son su Pecado. Su maldad, ellos denuncian, es ser hombre. Su culpa, ellos denuncian, es que vive.

Ellos lo llaman una moralidad de misericordia y una doctrina de amor al hombre.

Altruismo


Altruismo.


¿Cuál es el código moral del altruismo? El principio básico del altruismo es que el hombre no tiene derecho a existir por sí mismo, que el servicio a los demás es la única justificación de su existencia, y que sacrificarse es su principal deber, virtud y valor moral.

No confundas altruismo con amabilidad, buena voluntad, o respeto por los derechos de otros. Estas no son causas primarias sino consecuencias, las cuales, de hecho, el altruismo hace imposibles. La causa irreducible del altruismo, la base absoluta, es el auto-sacrificio, lo que significa: la auto-inmolación, la abnegación, la negación de uno mismo, la auto-destrucción – lo que significa: el yo como criterio del mal, y el no-yo [lo desprendido, lo desinteresado, lo altruista] como criterio del bien. -

No te escondas tras superficialidades como si deberías darle una moneda a un mendigo o no. Esa no es la cuestión. La cuestión es si tienes o no derecho a existir sin dársela. La cuestión es si tienes que seguir comprando tu vida, centavo a centavo, de cualquier mendigo que decida aproximarse a ti. La cuestión es si la necesidad de otros es la primera hipoteca sobre su vida y el propósito moral de tu existencia. La cuestión es si el hombre debe ser considerado como un animal a ser sacrificado. Cualquier hombre de autoestima responderá: “No.” El altruismo dice: “Sí“

Hay dos cuestiones morales que el altruismo agrupa en un “paquete único”: (1) ¿Qué son valores? (2) ¿Quién debe ser el beneficiario de los valores? El altruismo sustituye la segunda por la primera; evade la tarea de definir un código de valores morales, dejando así al hombre, de hecho, sin guía moral.

El altruismo declara que cualquier acción realizada en beneficio de otros es buena, y cualquier acción realizada en beneficio propio es mala. Así, el beneficiario de una acción es el único criterio de valor moral – y mientras ese beneficiario sea alguien distinto de uno mismo, cualquier cosa vale.

Es tu mente lo que ellos quieren que entregues – todos los que predican el credo del sacrificio, sean cuales sean sus postulados o sus motivos, te prometan otra vida en el cielo o un estómago lleno en esta tierra. Los que empiezan diciendo: “Es egoísta perseguir tus propios deseos, debes sacrificarlos a los deseos de otros” – acaban diciendo: “Es egoísta mantener tus propias convicciones, debes sacrificarlas a las convicciones de otros”.

Hay una palabra, una única pregunta, que puede aniquilar completamente la moralidad del altruismo y que ésta no puede soportar: la pregunta es: “¿Por qué?” ¿Por qué debe el hombre vivir por el bien de los demás? ¿Por qué debe ser un animal a ser sacrificado? ¿Por qué es eso el bien? No hay ninguna razón terrenal para eso – y, señoras y señores, en toda la historia de la filosofía jamás ninguna razón terrenal ha sido ofrecida.

Es sólo el misticismo lo que les permite a los moralistas salirse con la suya. Siempre fue el misticismo — lo de fuera de este mundo, lo sobrenatural, lo irracional — el argumento para justificarlo, o, para ser exactos, para escapar de la necesidad de justificarlo. Uno no justifica lo irracional, uno sólo lo acepta por fe. Lo que la mayoría de los moralistas – y unas pocas de sus víctimas – reconocen es que la razón y el altruismo son incompatibles.

¿Por qué es moral servir la felicidad ajena, pero no la tuya propia? Si disfrutar es un valor, ¿por qué es moral cuando es experimentado por otros, pero inmoral cuando es experimentado por ti? Si la sensación de comer un pastel es un valor, ¿por qué es una complacencia inmoral en tu estómago, pero un objetivo moral para ti el que lo logres en el estómago de otros? ¿Por qué es inmoral para ti el desear, pero moral el que otros lo hagan? ¿Por qué es inmoral producir un valor y quedárselo, pero moral darlo? Y si no es moral el que tú te quedes con un valor, ¿por qué es moral que los otros lo acepten? Si eres desinteresado y virtuoso cuando lo das, ¿no son ellos interesados y malvados cuando lo toman? ¿Es que la virtud consiste en servir al vicio? ¿Es el objetivo moral de los que son buenos su auto-inmolación en beneficio de los que son malos?

La respuesta que evadís, la monstruosa respuesta es: No, los que toman no son malos, siempre que ellos no hayan ganado el valor que les diste. No es inmoral que ellos lo acepten, siempre que ellos sean incapaces de producirlo, incapaces de merecerlo, incapaces de darte ningún valor a cambio. No es inmoral el que ellos lo disfruten, siempre que no lo hayan obtenido por derecho.

Tal es el código secreto de vuestro credo, la otra mitad de vuestro doble criterio: es inmoral vivir por tu propio esfuerzo, pero moral vivir por el esfuerzo de otros – es inmoral consumir tu propio producto, pero moral consumir el producto de otros – es inmoral ganar, pero moral mendigar – son los parásitos la justificación moral para la existencia de los productores, pero la existencia de los parásitos es un fin en sí misma – es malo beneficiarse a través de logros, pero bueno beneficiarse a través de sacrificio – es malo crear tu propia felicidad, pero bueno disfrutarla al precio de la sangre de otros.

Vuestro código divide a la humanidad en dos castas y exige que vivan por reglas opuestas: los que pueden desear cualquier cosa y los que no pueden desear nada, los escogidos y los condenados, los jinetes y los acarreadores, los devoradores y los devorados. ¿Qué criterio determina tu casta? ¿Qué contraseña te admite a la élite moral? La contraseña es falta de valores.

Sea cual sea el valor implicado, es tu falta del mismo la que te da una reivindicación sobre aquellos a quienes no les falta. Es tu necesidad lo que te da una reivindicación a recompensas. Si eres capaz de satisfacer tu necesidad, tu habilidad anula tu derecho a satisfacerla. Pero una necesidad que eres incapaz de satisfacer te da el primer derecho sobre las vidas de la humanidad.

Si tienes éxito, cualquier hombre que fracasa es tu amo; si fracasas, cualquier hombre que tiene éxito es tu siervo. Sea tu fracaso justo o no, sean tus deseos racionales o no, sea tu desgracia inmerecida o el resultado de tus vicios, es la desgracia la que te da derecho a recompensas. Es el dolor, no importa su naturaleza o su causa, el dolor como un absoluto primario, el que te da una hipoteca sobre toda la existencia.

Si curas tu dolor por tu propio esfuerzo no recibes crédito moral: tu código lo considera desdeñosamente como un acto de interés propio. Sea cual sea el valor que intentes adquirir, sea riqueza o comida o amor o derechos, si lo adquieres por medio de tu virtud, tu código no lo considera como una adquisición moral: tú no le ocasionas pérdidas a nadie, es un comercio, no una limosna; un pago, no un sacrificio. Lo merecido pertenece al reino egoísta y comercial del beneficio mutuo; es sólo lo inmerecido lo que establece esa transacción moral que consiste en el beneficio de uno al precio de un desastre para el otro. Exigir recompensas por tu virtud es egoísta e inmoral; es tu falta de virtud la que transforma tu demanda en un derecho moral.

Una moralidad que considera la necesidad como una reivindicación, considera el vacío – la no-existencia – como su norma, su criterio de valor; recompensa una ausencia, un defecto: debilidad, ineptitud, incompetencia, sufrimiento, enfermedad, desastre, la falta, la lacra, el fallo – el cero.

El altruismo considera la muerte como su objetivo final y su criterio de valor.

Dado que la naturaleza no le proporciona al hombre una forma automática de supervivencia, dado que él tiene que mantener su vida por su propio esfuerzo, la doctrina de que ocuparse de sus propios intereses es malvado significa que el deseo del hombre de vivir es malvado – que la vida del hombre, como tal, es malvada. Ninguna doctrina puede ser más malvada que eso.

Sin embargo, ése es el significado de altruismo.

viernes, 23 de marzo de 2012

Mitos sobre ateos


A lo largo de la historia de la civilización, se sucedieron decenas de guerras religiosas, una más cruel e irracional que la otra, pretendiendo mostrar que con la muerte de los “enemigos”, el dios de alguna facción se hacía más fuerte y grande, mientras que se “demostraba” la debilidad humana y la “superioridad” de los creyentes que resultaban victoriosos. En nombre de algún dios o de varios dioses se cometieron grandes crímenes contra los individuos, crímenes, que en la mayor parte de la historia quedaron impunes. Ante esto, ¿a cuántas miles de personas mataron los ateos en nombre del ateísmo?
Es común, pero falaz, asociar a grandes genocidas con el ateísmo; de pensar que habrá desorden moral y caos si se instala una moral atea y que los ateos somos dogmáticos y cerrados, “por no aceptar experiencias místicas”. Desarrollamos, entonces, para celebrar nuestro orgullo, una mini lista de mitos que solo alimentan la ignorancia.

Mitos populares

- ¿El ateo es satánico?
- El ateo ve al diablo como un ser mitológico y por lo tanto no acredita su existencia. La idea de dios y de diablo solo son construcciones mentales y sociales de las diversas religiones. El ateo no puede ser satánico porque no cree en la existencia sobrenatural de Satán o los demonios.

- ¿Todos los ateos son comunistas?
- Uno de los mitos, que se acentuó más fuerte en Paraguay con la dictadura colorada y católica de Alfredo Stroessner, es que todos los ateos son marxistas que “comen niños”. No todos los ateos son marxistas. El marxismo es uno de las tantas corrientes filosóficas que introducen al ateísmo en su seno para utilizarlo. Hay diversas corrientes ateas, como por ejemplo la racionalista, la naturalista, la fatalista, etc. que se diferencian en varias cuestiones
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- Hitler era ateo y fue uno de los más grandes genocidas de la historia
- Falso. Hitler nunca fue ateo, y además de creyente, ideó una especie de religión secular conocida como nazismo, que se manejaba con dogmas políticos, nacionalistas y sociales incuestionables, impuestos por Adolf Hitler.
Esto declaraba el líder totalitario en su libro “Mi lucha”:
“El hombre con conciencia de pueblo, en particular, cada uno en su propio grupo, tiene el deber sagrado de hacer que la gente deje de tomar la Voluntad de Dios superficialmente, de cumplir la Voluntad de Dios y de no dejar que la Palabra de Dios sea profanada”.
Porque la Voluntad de Dios dio a los hombres su forma, su esencia y sus capacidades. Todo aquel que destruya Su trabajo, declara la guerra a la Creación del Señor, a la Divina Voluntad. Por lo tanto, que cada hombre sea activo, cada uno en su propio grupo, y que cada hombre cumpla su primer y más sagrado deber de oponerse a cualquiera que en su actividad, por obras o palabras; sale de los confines de su comunidad religiosa y trate de hacer sorna de otra.
Consecuentemente, creo actuar de acuerdo a la voluntad del Creador Todopoderosoal defenderme de los judíos. Estoy peleando por la obra del Señor.

- Pero Stalin era ateo y también mató a millones de personas.
- Verdadero. El dictador comunista de la Unión Soviética Joseph Stalin era ateo, pero jamás mató en nombre del ateísmo. El comunismo es una especie de religión secular, como el nazismo, ya que posee dogmas incuestionables. La religión, para el marxismo, es un instrumento del sistema capitalista porque alinea al individuo, por lo tanto debe ser erradicada. De allí la lucha frontal y sanguinaria contra las religiones por parte del comunismo. Pero no hay un solo documento que avale que el ateísmo fue la causa de las masacres.

- El ateísmo es otra religión más ya que los ateos “tienen fe en la evolución y en el big bang”.
- Falso totalmente. El ateísmo es una filosofía materialista, en la mayor parte, que niega la existencia de dioses y por lo tanto del mundo sobrenatural. No existen dogmas ateos o postulados intocables dentro del ateísmo. No hay iglesias ateas ni una organización que dicte las normas de comportamiento de los ateos en el mundo. No hay culto dentro de esta corriente. Y sí, el ateísmo racionalista o cientificista defiende la teoría de la evolución y la formación del Cosmos por el big bang porque tienen bases científicas comprobadas o testeadas.
Aunque, como la ciencia no es dogmática, pueden ser mejoradas o desechadas ambas teorías. Pero no hay fe en dichas propuestas, ya que la ciencia utiliza un método que debe ser experimentado en la realidad para ser probado, algo que las religiones no tienen.

- El ateísmo es dogmático
- Falso. Los creyentes religiosos son los que basan su vida en escrituras de dudosa autoría y no los ateos, que no tienen dioses ni sacerdotes que les digan qué hacer. Los primeros basan su visión en la fe y solo en la fe, mientras que los segundos en la duda, en las hipótesis y experimentaciones.

- Bueno, pero Einstein era cristiano y no podemos estar en su contra.
- Falso al cuadrado. Einstein nunca fue cristiano y sí podemos estar en contra de los postulados einstenianos, si tenemos forma de argumentarlos y comprobarlos, claro. Uno de los mitos más difundidos es que el brillante físico estadounidense, de origen alemán, Albert Einstein, ganador de un premio Nobel de física, era cristiano porque afirmó la famosa frase de “Dios no juega a los datos”.
Carta del científico, de marzo de 1954, del libro “Albert Einstein: su lado humano”:
“Era, por supuesto, una mentira lo que se ha leído acerca de mis convicciones religiosas; una mentira que es repetida sistemáticamente. No creo en un Dios personal y no lo he negado nunca sino que lo he expresado claramente. Si hay algo en mí que pueda ser llamado religioso es la ilimitada admiración por la estructura del mundo, hasta donde nuestra ciencia puede revelarla”.

- Pero los ateos dicen que la vida no tiene sentido.
- Falso. Son los católicos, musulmanes, judíos e hinduistas, además de otros miles de religiosos, los que niegan que esta vida tenga sentido. Para un ateo materialista esta única existencia es la única oportuidad que tiene para ser feliz, por lo tanto es responsable de su vida y le busca el sentido en el único plano físico que tiene y puede vivir: la Tierra. El ateo sabe que nunca más tendrá otra oportunidad brillante para ejercer su libertad y vivir como mejor le plazca. El ateo sabe que puede encontrar su plenitud y realización total en este planeta.

- Entonces, ¿para los ateos todo termina con la muerte?
- Verdadero. Al menos, casi todas las corrientes ateas consideran que cuando el organismo vivo o la persona muere, se termina totalmente su existencia, ya que no hay una sola evidencia de trascendencia material a un plano espiritual. La memoria de los vivos mantendrán vivos a quienes ya murieron. Ideas como alma, cielo, purgatorio, infierno, limbo no tienen sentido para una persona razonable
.
- Los ateos no tienen moral, pueden hacer lo que quieran, robar, matar, violar, etc.
- Falso. Los ateos son personas de diversas ideologías políticas, visión del mundo, sentimientos y por lo tanto necesitan una moral con la cual comportarse en sociedad. Será una moral materialista, en el sentido filosófico, ya que no esperan recompensas en el más allá. Son conscientes que solo pueden vivir aquí y actuar de acuerdo a la realidad. La moral es individual y única, por lo que no puede ser quebrantada si no se daña al otro. El ateo tiende a ser una persona racional y más respetuosa de la naturaleza porque sabe que forma parte de ella y debe proteger tanto su vida como la de quienes le rodean.
Mientras, el religioso que basa su vida en la biblia o corán ignoran que su libro sagrado apoya la esclavitud, el machismo, el feminicidio, el oscurantismo, el maltrato a los niños, la ablación, el miedo a la autoridad, etc. Para un ateo racional todo esto resulta inmoral y por lo tanto lo rechaza.

- El ateo parece un robot, no ama, no siente, no lucha
Falso. El ateo es un ser humano dotado de las mismas características físicas, químicas y biológicas de cualquier otro ser semejante de su especie y se comporta como tal. Puede amar, reír, llorar, emocionarse, luchar por una causa común en política y tener grandes aspiraciones personales a nivel académico, profesional, intelectual, deportivo, social, etc.

- Pero el ateo es soberbio, no acepta críticas
- Falso. Es el religioso quien ya tiene todas las respuestas y por lo tanto no necesita de otra visión que le ayude a entender el Universo. El ateo es más curioso y se interesa por lo que pasa a su alrededor. Solo que trata de entender el mundo a través de la ciencia, del escepticismo, de la duda y de la curiosidad, algo muy distinto al religioso, que ya tiene todo servido.
El ateísmo es una muestra de humildad intelectual, ya que al no tener un dios o varios dioses que supuestamente dictaron los mandatos para vivir en el mundo, el ateo tiene que construir ideas y soluciones para la buena convivencia y entendimiento. Soberbia es aquella postura que afirma que todo ya está respondido de un libro de casi dos mil años y que no se puede criticar algo sagrado.

- El ateo debe aceptar que la religión hizo mucho bien a la humanidad.
- Aquello sustentando en una mentira no puede jamás hacer un bien a los seres humanos. Además de la inquisición, el índice de libros prohibidos, las cruzadas, etc., el cristianismo, que es el que más de cerca nos toca, no puede ir por el mundo a “hacer el bien en nombre de la nada”. Es una deshonestidad intelectual grave y un insulto a la inteligencia. No se puede difundir el conformismo en un momento en que la humanidad experimenta grandes logros.

- Todo bien, pero, ¿para qué milita un ateo?
- No está todo bien. Justamente por eso los ateos se nuclean y difunden sus ideas. Actualmente, en Irán, Arabia Saudita, Somalia, Sudán, Indonesia, Afganistán, Egipto, Nigeria y decenas de otros países libran batallas a favor de la religión y en contra de la libertad individual. Aunque parezca absurdo, el mundo sigue viendo morir por la causa de “un dios” a niños, adultos y ancianos por culpa de la perversidad y soberbia de las religiones. Es que todas se creen portadoras de la verdad y lo único que siembran es el caos, miedo y desesperanza.
En los países latinoamericanos, en su mayoría católicos o protestantes, el problema es la persecución de la religión a las políticas laicas a favor de la despenalización del aborto, de las drogas, de la eutanasia y la implementación de una ley que ampare las uniones civiles entre personas del mismo sexo. Así que la militancia atea es una responsabilidad con la vida misma.
El ateo sabe que este es un Universo maravilloso y que como seres limitados podemos conocer una ínfima fracción de él. Respeta profundamente la libertad de creencias, pero sabe que el mundo estará mucho mejor cuando desaparezcan las religiones y se gobierne con inteligencia, escepticismo y ciencia.
Muchos estamos orgullosos de haber dudado un día. Hoy, la más grande certeza que tenemos es que las dudas continúan y crece el deseo de aprender más del Cosmos en el que vivimos.
¡Es mejor sin dios!

miércoles, 7 de marzo de 2012

Rusia y el mundo en transformación

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                      Rusia y el mundo en transformación

En artículos anteriores ya mencioné los desafíos externos más importantes que tiene que afrontar la Rusia de hoy. Y no obstante, este tema merece ser tratado con más detalle, no tanto porque la política exterior sea una parte integral de cualquier estrategia nacional, sino también porque los retos del mundo en transformación nos obliga a tomar decisiones en materia de economía, cultura, presupuesto e inversiones.

Rusia es parte del mundo, tanto económica como culturalmente, y no podemos ni queremos estar aislados. Contamos con que nuestra política de apertura contribuirá a mejorar el bienestar y elevar la cultura de los ciudadanos de Rusia y fortalecerá la confianza que es cada vez más escasa.

Pero vamos a basarnos, de manera consecuente, en nuestros propios intereses y objetivos, no en decisiones ajenas. Rusia goza de respeto solo cuando está fuerte y descansa firme sobre sus pies. Rusia tuvo casi siempre el privilegio de aplicar una política exterior independiente, y seguirá haciéndolo en el futuro. Es más, estoy convencido de que la seguridad en el mundo podrá ser garantizada solo si se actúa conjuntamente con Rusia, no intentando dejarla de lado, debilitar sus posiciones geopolíticas y dañar su capacidad de defensa.

Los objetivos de nuestra política exterior son de carácter estratégico, no dependen de la coyuntura y corresponden al lugar que ocupa Rusia en el mapa político mundial, a su papel en la historia y en el desarrollo de las civilizaciones.

Continuaremos, sin duda alguna, manteniendo de manera activa y constructiva el rumbo hacia el fortalecimiento de la seguridad global, la renuncia a la confrontación y la lucha eficaz contra amenazas como la proliferación de armas nucleares, los conflictos y crisis regionales, el terrorismo y el tráfico de drogas. Haremos todo para que Rusia tenga acceso a los últimos avances del progreso científico y tecnológico y para que nuestros empresarios ocupen un digno lugar en el mercado global.

Intentaremos que la formación del nuevo orden mundial basado en la realidad geopolítica actual se lleve a cabo de manera paulatina, sin convulsiones innecesarias.


Quienes socavan la credibilidad de Rusia

Considero, como antes, que entre los principios más importantes está el carácter indivisible de la seguridad de todos los Estados, la inadmisibilidad del uso exagerado de la fuerza y el cumplimiento incondicional de las normas básicas del derecho internacional. El abandono de estos principios conduce a la desestabilización de las relaciones internacionales. Desde esta perspectiva vemos algunos aspectos de la actuación de EEUU y la OTAN que no se enmarcan en la lógica del desarrollo moderno, se basan en los tópicos de la “política de bloques”. Todos comprenden a lo que me refiero: a la ampliación de la OTAN, que se traduce en el despliegue de nuevas instalaciones de infraestructura militar y planes (de autoría estadounidense) de crear un escudo antimisiles en Europa. No tocaría el tema si estos juegos no se realizaran en las inmediaciones de las fronteras rusas, si no perjudicaran nuestra seguridad, si no afectaran a la estabilidad en el mundo.

Nuestros argumentos son bien conocidos, no volveré a exponerlos en detalle, pero desgraciadamente no son escuchados en Occidente. Nos preocupa que, aunque el perfil de nuestras “nuevas” relaciones con la OTAN no está del todo definido, esta organización ya está actuando de una manera que no contribuye precisamente a aumentar la confianza. Estas acciones afectan al mismo tiempo al cumplimiento de las tareas globales, impiden fijar un rumbo positivo en las relaciones internacionales y frenan su ajuste constructivo.

Una serie de los conflictos armados justificados por fines humanitarios socava el principio sagrado de soberanía estatal. En las relaciones internacionales se produce otro vacío: jurídico y ético.

Se oye a menudo que los derechos humanos priman sobre la soberanía estatal. Es indudablemente así – los crímenes de lesa Humanidad tienen que ser castigados por un tribunal internacional– pero si en el uso de este principio se viola con facilidad la soberanía estatal, si los derechos humanos se protegen desde el exterior y mediante votación, y en el proceso de la “defensa” se violan los mismos derechos de una gran cantidad de personas (incluido el derecho más básico, el derecho a la vida), no se trata de una causa noble sino de una demagogia elemental.

Es importante que la ONU y el Consejo de Seguridad sean capaces de oponerse al dictado de ciertos países y al abuso en el escenario internacional. Nadie tiene derecho a usurpar las facultades y competencias de la ONU, especialmente en lo que se refiere al uso de la fuerza contra los estados soberanos. Se trata en primer lugar de la OTAN, que intenta asumir funciones impropias de una “alianza para la defensa”. Todo esto es muy grave y recordamos muy bien cómo habían exhortado en vano a cumplir con las normas legales y a comportarse de acuerdo con los principios morales los estados que cayeron víctimas de las operaciones “humanitarias” y la exportación de la democracia con misiles y bombas. Se les hizo el caso omiso.

Parece que los miembros de la OTAN, sobre todo EEUU, tienen su propio concepto de la seguridad, que difiere fundamentalmente del nuestro. Los estadounidenses están obsesionados con la idea de asegurar su absoluta invulnerabilidad, lo cual, de paso sea dicho, es utópico e imposible de realizar tanto en el plano tecnológico como geopolítico. Pero en esto radica el problema y esta perspectiva es inadmisible. Otra cosa es que muchos países, por razones de sobra conocidas, prefieran no hablar de ello. Rusia, en cambio, siempre llamará las cosas por su nombre y lo hará abiertamente. Vuelvo a subrayar que el incumplimiento del principio de que la seguridad es indivisble – en contra de las múltiples declaraciones sobre la fidelidad al mismo – supone numerosas amenazas. También para los estados que por varios motivos promueven este incumplimiento.


La “primavera árabe”: lecciones y conclusiones

Hace un año hizo su aparición en el escenario mundial un fenómeno nuevo: las movilizaciones casi simultáneas en muchos países árabes contra sus regímenes políticos autoritarios. La “primavera árabe” fue interpretada en un primer momento como una esperanza de cambios positivos y los ciudadanos rusos estaban claramente del lado de los que luchaban por las reformas democráticas. Muy pronto, sin embargo, se hizo evidente que en muchos países los acontecimientos se estaban desarrollando en un escenario que no era en absoluto civilizado. En lugar de la consolidación de la democracia, en lugar de la protección de los derechos de las minorías, empezó a ser frecuente la persecución de los adversarios políticos, acompañada de un simple cambio en el que una fuerza era sustituida por otra todavía más opresora.

El matiz negativo que ha adquirido el desarrollo de los acontecimientos en el mundo árabe ha venido dado por la intervención exterior en apoyo de una de las partes de estos conflictos internos y por el carácter militar de dicha intervención. Hasta el punto de que una serie de países, bajo la bandera de las razones humanitarias, llegaron a acabar con el régimen libio con la ayuda de los ataques aéreos. Y, como 'culmen' quedan las escenas terribles de la venganza contra Muamar Gadafi, dignas no ya de la Edad Media, sino de una época primitiva.

No podemos permitir que alguien intente repetir en Siria el escenario libio. Los esfuerzos de la comunidad internacional deben estar encaminados ante todo a buscar fórmulas de conciliación entre los sirios. Es vital lograr cuanto antes el cese de la violencia, sea cual sea su origen, e iniciar un diálogo que incluya a todos los elementos de la sociedad siria: diálogo que ha de entablarse sin condiciones previas, sin intervención de potencias extranjeras y con respeto de la soberanía siria. Esto crearía las condiciones para que las promesas de democratización de las autoridades sirias se hicieran realidad. Lo más importante ahora es evitar el estallido de una guerra civil abierta. Esto es lo que siempre ha tenido en cuenta la diplomacia rusa y, en el futuro, seguirá trabajando en esta línea.
Escarmentados por las amargas experiencias del pasado, nos declaramos en contra de la adopción de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que puedan ser interpretadas como una señal para la intervención militar en los asuntos internos de Siria.

Precisamente por mantenernos fieles a esos principios, Rusia votó junto con China a principios de febrero contra una resolución que estaba pensada para tener una lectura ambigua y que, en la práctica, habría supuesto un estímulo para las acciones violentas de una de las partes de este conflicto interno.

En este sentido, en un contexto de reacción muy negativa –rayana con la histeria- ante el veto ruso-chino querría lanzar una advertencia a nuestros colegas occidentales para que eviten la tentación del recurso a un esquema que ya han empleado con anterioridad y que podría resumirse así: si tenemos el beneplácito del Consejo de Seguridad de la ONU para una u otra acción, bien; que no lo tenemos, pues formaremos una coalición de los estados que puedan estar interesados en dicha acción y atacaremos.

La lógica misma de ese modo de actuar es contraproducente, peligrosa y no puede traer nada bueno. Y, en cualquier caso, no ayuda a resolver la situación del país en que tiene lugar el conflicto. Por si fuera poco, rompe los equilibrios en los que está basado el sistema de seguridad internacional y mina la autoridad y el papel central de la ONU. Es quizá el momento de recordar que el derecho de veto no es una fórmula caprichosa, sino una parte consustancial del sistema de gestión de conflictos, incluida por cierto en la Carta de Naciones Unidas a petición de EEUU. El sentido del veto viene dado por el reconocimiento de que no pueden ser efectivas las medidas propuestas contra las que se manifieste aunque sea uno solo de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad.

Confío en que EEUU y los demás países hayan aprendido de las recientes amargas experiencias y renuncien a actuar militarmente en Siria sin el respaldo del Consejo de Seguridad. Me cuesta entender el origen y la necesidad de esas ansias bélicas y por qué no hay la paciencia suficiente para elaborar una posición colectiva equilibrada y bien pensada. Mucho más cuando se estaba cerca de dicho compromiso antes de la propuesta de resolución sobre Siria. Quedaba tan sólo exigir a la oposición armada lo mismo que se pretendía exigir al Gobierno: que se evacuaran de las ciudades todas las unidades militares. El rechazo de tal condición es bastante cínico: si lo que queremos es asegurar la seguridad de la población civil –objetivo fundamental desde el punto de vista de Rusia- será necesario hacer entrar en razón a todas las partes del enfrentamiento armado.

Pero hay otro aspecto que me gustaría señalar. No es casualidad que, en todos los países que han pasado una de estas olas de la “primavera árabe” e igual que ocurrió antes en Irak, las empresas rusas pierdan sus posiciones en los mercados locales y se ven privadas de importantes negocios. Son posiciones que han estado trabajándose durante décadas y cuyos nichos son ocupados por operadores de los países que tomaron parte en la caída de los regímenes anteriores.

Alguien podría pensar que, hasta cierto punto, todos esos trágicos acontecimientos han sido provocados no por una preocupación por los derechos humanos, sino por el interés de algunos en conquistar esos mercados. Sea como sea, es evidente que no podemos permanecer de brazos cruzados. Al contrario, estamos decididos a colaborar activamente con las nuevas autoridades de los países árabes para recuperar rápidamente nuestras posiciones económicas.

En términos más generales los acontecimientos en el mundo árabe permiten extraer algunas importantes lecciones. Los hechos demuestran a las claras que los intentos de introducir la democracia con el uso de la fuerza pueden –y frecuentemente así ocurre- producir resultados completamente opuestos a los deseados. De lo más profundo surgen fuerzas políticas –como, por ejemplo, los extremismos religiosos- que intentan cambiar el curso de desarrollo de los distintos países, incluido el carácter laico de los estados.

Rusia siempre ha tenido buenas relaciones con los representantes del Islam moderado cuya visión del mundo es muy cercana a las tradiciones de los musulmanes rusos. Estamos dispuestos a desarrollar aun más esas relaciones también en las condiciones actuales. Estamos interesados en dinamizar los contactos políticos y económico-comerciales con todos los países árabes; entre ellos, me gustaría insistir en este punto, también con los países que acaban de padecer este período de convulsiones internas. Es más, creo firmemente que se dan las condiciones para que Rusia siga conservando sus posiciones en la zona de Oriente Próximo, área en la que siempre hemos tenido muchos amigos y aliados.

Por lo que se refiere al conflicto árabe-israelí, hay que reconocer que nadie ha dado todavía con la “receta mágica” para solucionarlo de una vez por todas. Pero hay que seguir intentándolo. Teniendo muy en cuenta nuestras buenas relaciones con las autoridades israelíes y con los líderes palestinos, la diplomacia rusa continuará esforzándose para el restablecimiento del proceso de paz, tanto en sus contactos bilaterales como en el marco del “cuarteto de Oriente Próximo”, coordinándose siempre con las acciones de la Liga Árabe.

La 'primavera árabe' ha mostrado también claramente que la opinión pública mundial en nuestro tiempo se forma haciendo uso de las más avanzadas tecnologías de la información y la comunicación. Se puede afirmar que Internet, las redes sociales, los teléfonos móviles y demás se han convertido – junto con la televisión- en un instrumento muy efectivo de la política interna e internacional. Se trata de un nuevo factor que habrá que tener en cuenta, entre otras cosas para que, con el aumento de la libertad de comunicación que da Internet, seamos capaces de hacer disminuir el riesgo de su uso por grupos criminales y terroristas.

Cada vez tiene más importancia la idea del llamado “poder blando” (soft power), bajo la cual se engloban una serie de instrumentos y métodos usados para alcanzar los objetivos de política exterior de los estados pero que no están basados en el uso de la fuerza sino en el empleo de recursos de tipo informativo u otras palancas para ejercer influencia. Por desgracia, estos métodos son usados con frecuencia para incitar al extremismo, el separatismo, el nacionalismo o bien para manipular a la opinión pública y para intervenir en los asuntos internos de estados soberanos.

Tenemos que ser capaces de trazar una línea clara que distinga la libertad de expresión y las actividades políticas normales de esos otros instrumentos ilegales de ese “poder blando”. Cómo no saludar la labor civilizada de las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario y filantrópico: entre ellas aquéllas que llevan a cabo una crítica de las autoridades públicas. No debemos tolerar, sin embargo, las actividades de esas otras pseudo ONG que persiguen la desestabilización desde el exterior de ciertos países.

Pienso ahora en los casos en los que las actividades de una organización no gubernamental no surgen de los intereses (y recursos) de unos u otros grupos sociales locales, sino que se financian y se monitorizan por fuerzas externas. En el mundo hay hoy en día muchos agentes encargados de hacer progresar los intereses de los estados, empresas y bloques más fuertes. Cuando actúan de un modo abierto estamos simplemente ante una de las formas civilizadas que usan en todo el mundo los grupos de presión. Rusia también cuenta con este tipo de institutos: la Agencia Rusa de Cooperación, el Fondo 'Mundo Ruso', nuestras mejores universidades ampliando la búsqueda de estudiantes de talento fuera de nuestras fronteras, etc.

Rusia, sin embargo, no utiliza a las organizaciones no gubernamentales de otros países, no financia ONG o partidos políticos de otros países para promocionar sus intereses. Es algo que tampoco hacen China, la India o Brasil. Somos de la opinión de que la influencia en la política interna y en la formación de la opinión pública de otros países ha de hacerse con total transparencia, para que todos los actores puedan hacerse responsables de sus acciones.

Nuevos retos y amenazas

Actualmente, es Irán el que acapara la atención de todos. Rusia, sin lugar a dudas, siente preocupación por un eventual ataque militar contra este país que podría tener consecuencias realmente desastrosas. Consecuencias cuya envergadura es imposible calcular en estos momentos.

Estoy convencido de que el problema iraní ha de ser solucionado únicamente por vía pacífica. La propuesta de Rusia consiste en que se reconozca el derecho de Teherán de desarrollar programas nucleares con fines civiles, incluido el enriquecimiento de uranio. Este derecho habría de concederse a cambio de un control completo de todas las actividades de Irán en este campo por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica. En cuyo caso se podrían suspender todas las sanciones, incluidas las unilaterales, introducidas contra Irán.

En los últimos tiempos Occidente se ha dejado llevar por las “operaciones de castigo” contra ciertos países, no dejando de alternar el uso de sanciones con las operaciones militares. Sin embargo, ya no estamos en el siglo XIX: no parecen éstas las medidas más apropiadas para el siglo XXI.

Una situación no menos preocupante se vive en torno al problema nuclear coreano. Pyongyang, violando las normas del régimen de no proliferación, anuncia abiertamente sus pretensiones de uso militar de la energía atómica y en dos ocasiones ha llevado a cabo pruebas nucleares.

El estatus nuclear de Corea del Norte es inaceptable para Rusia. Siempre nos hemos pronunciado a favor de la desnuclearización de la Península Coreana que ha de realizarse únicamente por métodos políticos y diplomáticos. Con este objetivo Moscú aboga por la urgente reanudación de las negociaciones a seis bandas.

Sin embargo, no todos nuestros aliados parecen compartir esta opinión. No cabe duda de que actualmente todos han de actuar con suma cautela: bajo ningún concepto habría que someter a presión al nuevo líder de Corea del Norte, paso que no tardaría en provocar una actuación precipitada por parte de Pyongyang.

Recordemos que Corea del Norte y Rusia son países limítrofes. Es bien sabido que uno no puede elegir a sus vecinos y, por lo tanto, Moscú seguirá manteniendo un intenso diálogo con las autoridades norcoreanas y fomentando las relaciones de buena vecindad, instando al mismo tiempo a Pyongyang a dar solución al problema nuclear.

Es evidente que este objetivo será más fácil de conseguir si en la Península reina un ambiente de confianza mutua y si se llega a reanudar el diálogo intercoreano.

Dadas estas tensiones generadas por los programas nucleares de Irán y Corea del Norte, uno se pone a pensar involuntariamente en los riesgos de la proliferación nuclear y en cómo pueden verse aumentados por los casos de torpe intervención en los asuntos internos de un país. Los regímenes autoritarios (y no sólo ellos) pueden sentir la tentación de optar por la posesión de tecnologías nucleares, esperando que nadie se atreva a meterse con ellos en este caso. Desde su punto de vista, el que no disponga de bomba atómica corre el peligro de verse sometido a una “intervención con fines humanitarios”.

Nos guste o no, la intervención desde fuera no hace sino provocar este tipo de ideas. Por esta razón, crece el número de países que se acercan cada día más a la posesión de armas nucleares. En estas condiciones, aumenta la importancia de la creación en diversas partes del mundo de las zonas libres de armas de destrucción masiva. A iniciativa de Rusia se han empezado a negociar los parámetros de la creación de una zona de estas características en Oriente Próximo.

Es necesario hacer todo lo posible para que ningún país sienta la tentación de tener a su disposición un arma nuclear. Para ello, quienes luchan contra la proliferación han de cambiar la manera de comportarse, sobre todo aquellos acostumbrados a usar la fuerza militar contra los países desobedientes sin haber cedido antes paso a la diplomacia. Ocurrió por ejemplo en Irak, cuyos problemas no han hecho sino agravarse después de una década de ocupación.

Si se logran eliminar los estímulos que empujan a los Estados a poseer armas nucleares, se podría conseguir mediante los acuerdos internacionales vigentes que el régimen de no proliferación tenga una aplicación verdaderamente universal e inequívoca. Esta opción permitiría a todos los países interesados aprovechar los beneficios del “átomo pacífico”, pero bajo un estricto control del Organismo Internacional de Energía Atómica.

Ello beneficiaría sobremanera a Rusia, dado que el país trabaja activamente en los mercados internacionales llevando a cabo proyectos de construcción de centrales nucleares y usando tecnologías modernas y seguras, a la vez que participa en la creación de centros de enriquecimiento de uranio y de bancos de combustible nuclear.

No deja de suscitar preocupación en Rusia el futuro de Afganistán. Como bien se sabe, Moscú apoyó la operación militar encaminada a prestar a este país ayuda humanitaria. Sin embargo, el contingente militar bajo el mando de la ONU no ha alcanzado los objetivos planteados: las amenazas de terrorismo y de tráfico de drogas por parte de Afganistán no pierden su intensidad. Tras anunciar su retirada en 2014, Estados Unidos procedió a crear en el país y en los países vecinos bases militares sin mandato, objetivos ni plazos de funcionamiento determinados. Por supuesto, Rusia no puede estar de acuerdo con esa situación.

Rusia tiene en Afganistán unos intereses evidentes y absolutamente lógicos: es un Estado vecino y, por lo tanto, Moscú está sumamente interesado en que se desarrolle de una manera sostenible y pacífica. Y, lo más importante, que deje de ser foco de tráfico de drogas. El tráfico de droga se ha convertido en un problema de lo más acuciante, que mina la genética de generaciones enteras y sirve de caldo de cultivo para la corrupción y el crimen organizado, desestabilizando al mismo tiempo la situación en el propio Afganistán. Merece la pena señalar que la producción de droga en el país, lejos de reducirse, aumentó el año pasado casi en un 40%. Rusia ha de enfrentarse a una verdadera invasión de heroína que causa un daño enorme a la salud de los habitantes del país.

Teniendo en cuenta las dimensiones de la amenaza que supone el narcotráfico afgano, es imprescindible mancomunar los esfuerzos para combatirla, involucrando a la ONU y a las organizaciones de cooperación regionales, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, la Organización de Cooperación de Shanghai y la Comunidad de los Estados Independientes. Estamos dispuestos a considerar ampliar la participación de Rusia en la ayuda ofrecida al pueblo afgano, pero a condición de que el contingente internacional emplazado en Afganistán actúe de una manera más activa y respetando los intereses de Rusia, dedicándose a destruir los cultivos de adormidera y los laboratorios de producción de drogas.

Una lucha más activa contra el narcotráfico en Afganistán ha de ir acompañada por el corte de las rutas de tráfico de los derivados del opio a los mercados exteriores, la interrupción de los flujos financieros que sustentan el tráfico de drogas y de las sustancias químicas usadas en la producción de la heroína. El objetivo sería vertebrar en la región un sistema completo de seguridad antidroga. Rusia ofrecería asistencia real a una eficiente cooperación de la comunidad internacional para conseguir invertir la peligrosa tendencia de aumento de las amenazas del narcotráfico.

Es difícil pronosticar el futuro desarrollo de los acontecimientos en Afganistán. La Historia ha demostrado que la ocupación militar extranjera nunca ha traído paz a este país, siendo los afganos los únicos en poder solucionar sus problemas internos. A mi juicio, el papel de Rusia consiste en ayudar a Afganistán, en cooperación con los países vecinos, a crear una economía sostenible, elevar la eficiencia de las Fuerzas Armadas del país para que sean capaces de contrarrestar las amenazas del terrorismo y del tráfico de drogas. No nos oponemos a que al proceso de reconciliación nacional se incorporen también representantes de la oposición armada, incluidos los talibanes, pero sólo a condición de que renuncien a la violencia, reconozcan la Constitución del país y rompan todo vínculo con Al Qaeda y otras organizaciones terroristas. Creo bastante factible la construcción de un Estado afgano pacífico, estable, independiente y neutral.

La inestabilidad política que perdura años y décadas crea unas condiciones propicias para el desarrollo del terrorismo internacional. La comunidad internacional coincide en que es uno de los retos más peligrosos de la actualidad. Quisiera señalar que las zonas de tensiones que generan la amenaza del terrorismo se encuentran a poca distancia de las fronteras rusas, más cerca de nuestro país que de nuestros aliados europeos y de EEUU. La ONU ha aprobado una Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo, pero da la sensación de que todavía no se ha trazado un plan común para combatir de manera consecuente este mal, sino que se actúa en respuesta a las muestras más atroces de terrorismo, cuando la opinión pública se muestra más indignada con la insolencia de los terroristas. El mundo civilizado no ha de esperar a que se produzcan tales tragedias como el atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York o la ocupación de un colegio con niños dentro ocurrida en Osetia del Norte el 1 de septiembre de 2004, para empezar a actuar con determinación y unanimidad.

Tampoco querría subestimar los resultados ya conseguidos en la lucha contra el terrorismo internacional: en los últimos años se ha intensificado la cooperación entre los servicios secretos y los organismos del mantenimiento del orden público de los diferentes países. Sin embargo, sigue existiendo un “doble rasero”: en algunos países los terroristas se ven como delincuentes peligrosos y en algunos, no tanto. En este último caso se suele aprovechar los grupos terroristas en función de los intereses políticos, como por ejemplo para amenazar a los regímenes caídos en desgracia.

En mi opinión, en la prevención del terrorismo han de participar ampliamente todas las instituciones sociales: los medios de comunicación, las distintas confesiones religiosas, las organizaciones no gubernamentales, las instituciones educativas y científicas, los círculos empresariales. Es necesario un diálogo entre las religiones y, en un sentido más amplio, un diálogo de civilizaciones. Rusia es un Estado donde conviven muchas religiones y nunca ha habido guerras religiosas. Tenemos, pues, algo que aportar a ese diálogo internacional.


Mayor protagonismo de la región Asia-Pacífico

Nuestro país linda con China, el centro de la economía global de mayor importancia. Ahora está muy de moda hablar de su futuro papel en la economía global y asuntos internacionales. El año pasado el PIB de China llegó a ocupar el segundo lugar del mundo, y en los próximos años ya -según las estimaciones de expertos internacionales, incluidos los estadounidenses- China adelantará a EEUU en este sentido. También vemos crecer la potencia general de la República Popular de China, incluida la posibilidad de la proyección de su fuerza en distintas regiones.

¿Cómo debemos actuar, tomando en consideración el factor del fortalecimiento dinámico de China?

En primer lugar, estoy seguro de que el crecimiento de la economía china no es una amenaza, sino un reto, que entraña un enorme potencial para la cooperación empresarial, una posibilidad de captar el viento chino en las velas de la economía rusa. Tenemos que intensificar el establecimiento de nuevas relaciones de cooperación, combinando las posibilidades tecnológicas y productivas de los dos países y aprovechando, de manera razonable, claro está, el potencial chino para el desarrollo económico de Siberia y del Oriente Lejano.

En segundo lugar, el comportamiento de China en el escenario internacional no da motivos para decir que aspire al predominio mundial. Es verdad que la voz de China en el mundo suena cada vez más firme, y lo aplaudimos: Pekín comparte nuestra visión de un orden mundial igualitario . Seguiremos prestando apoyo mutuo en el escenario internacional, lucharemos juntos contra los problemas acuciantes a nivel regional y global, intensificaremos la cooperación en el marco del Consejo de Seguridad de la ONU, de los países del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), del Grupo de los Veinte (G20) y demás mecanismos multilaterales.

En tercer lugar, tenemos resueltos todos los problemas políticos de importancia con China, incluido el principal: el de las fronteras. Hemos creado un mecanismo de relaciones bilaterales sólido, formalizado con documentos vinculantes. Hemos alcanzado un nivel de confianza mutua entre los gobiernos de los dos países altísimo, sin precedentes. Todo ello nos permite a los rusos y a los chinos actuar como verdaderos socios, partiendo del pragmatismo y tomando en consideración los intereses mutuos. El existente modelo de relaciones entre Rusia y China tiene buenas perspectivas, aunque eso tampoco significa que no tengamos ningún problema con China. Hay ciertas asperezas y algunas veces tenemos intereses comerciales contradictorios en otros países. Tampoco estamos muy contentos con la estructura del intercambio comercial y con el bajo nivel de inversiones mutuas. Seguiremos controlando detenidamente los flujos migratorios de China, pero mi idea principal consiste en que Rusia necesita una China estable y floreciente. Y China, a su vez, estoy seguro de ello, necesita una Rusia fuerte y exitosa.

Un crecimiento muy rápido lo manifiesta también otro gigante asiático, India. Rusia e India mantienen una larga tradición de amistad, calificada por los gobiernos de los dos países como cooperación estratégica especialmente privilegiada. La consolidación de esta cooperación aportará no sólo a nuestros países, sino también al sistema mundial multipolar en proceso formación.

Aparte de China e India, vemos crecer toda la región Asia-Pacífico, lo que abre nuevos horizontes para un trabajo fructífero en el marco de la presidencia rusa en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). El próximo septiembre acogeremos la cumbre de este organismo en Vladivostok. Para todo ello llevamos a cabo preparativos, creamos una infraestructura moderna, que por sí contribuirá al futuro desarrollo de Siberia y del Oriente Lejano, permitiendo a nuestro país ampliar su participación en los procesos de integración dinámicos de la "nueva Asia".

Damos y seguiremos dando prioridad a la interacción con nuestros socios del BRICS. Esta estructura única, creada en el año 2006, es la muestra más evidente de la transición de un mundo unipolar a un orden más justo. Une cinco países con casi 3.000 millones de habitantes, las economías en desarrollo más grandes con unos recursos naturales y laborales colosales y unos mercados internos enormes. La integración de Sudáfrica le otorgó al BRICS un formato global, en sentido literal de esta palabra. Hoy le corresponde ya más del 25% del PIB del planeta.

Estamos aprendiendo a trabajar juntos, acomodándonos los unos a los otros. Todavía nos queda, entre otras cosas, organizar una coordinación más estrecha en lo que se refiere al dossier de política externa, trabajar de manera más activa en la plataforma de la ONU. Pero en cuanto el "grupo de los cinco" BRICS empiece a funcionar en un 100%, influirá en la economía y la política internacional considerablemente.

En los últimos años tanto los diplomáticos rusos como el sector de negocio prestan más atención al desarrollo de la cooperación con los países de Asia, América Latina y África. Se trata de unas regiones que siguen teniendo una predisposición fuerte y sincera hacia Rusia. Veo como una de las tareas clave para el futuro próximo la intensificación de cooperación comercial y económica con ellas, el desarrollo de proyectos conjuntos en el campo de energía eléctrica, infraestructura, inversiones, ciencia y tecnología, servicios bancarios y turismo.

El creciente papel de dichos continentes en el sistema democrático de gobernación de la economía global y finanzas en formación lo reflejan las actividades del Grupo de los Veinte. Creo que este grupo se convertirá pronto en una herramienta de importancia estratégica no sólo para las situaciones de crisis, sino también para la reforma a largo plazo de la arquitectura financiera y económica internacional. Rusia presidirá el Grupo de los Veinte en 2013. Estoy seguro de que tenemos que aprovechar también la presidencia para reforzar la cooperación del G-20 con otras estructuras multilaterales, en primer lugar, con el Grupo de los Ocho y, claro está, con la ONU.


Factor europeo

Rusia es parte inalienable y orgánica de la Gran Europa, de la amplia civilización europea. Nuestros ciudadanos se sienten europeos y para nosotros es de mucha importancia cómo se desarrolla la situación en la Europa común.
Precisamente por eso, Rusia propone avanzar hacia la creación en el territorio desde el Atlántico hasta el Pacífico de un espacio económico y humano común, de una comunidad que los expertos rusos llaman "la Unión de Europa”, que aumentará las capacidades y afianzará las posiciones de Rusia en sus contactos económicos con la “nueva Asia”.

El auge de China, India y otras economías emergentes hace percibir de manera más dolorosa las convulsiones económicas en Europa, el antiguo oasis de orden y estabilidad. La crisis que afecta a Europa no puede sino afectar también los intereses de Rusia, ante todo a causa de que la UE es uno de nuestros socios más grandes en los campos de comercio y economía exterior. También es evidente que de la situación en Europa dependen, en buena medida, las perspectivas de desarrollo de toda la arquitectura económica global.
Rusia toma parte activa en las medidas internacionales para el apoyo a las afectadas economías europeas, participa de una manera consecutiva en la elaboración de las resoluciones colectivas del Fondo Monetario Internacional (FMI). Tampoco descartamos la posibilidad de prestar ayuda financiera directa, en ciertos casos.

Sin embargo, creo que las inyecciones de ayuda financiera externa son capaces de resolver el problema solo en parte. Para un arreglo exhaustivo de la situación hacen falta medidas enérgicas de carácter sistémico. Los líderes europeos afrontan la tarea de realizar transformaciones a gran escala para cambiar la naturaleza de muchos mecanismos financiero-económicos y asegurar la verdadera disciplina presupuestaria. Estamos interesados en una UE fuerte, como la ven, por ejemplo, Alemania y Francia. Estamos interesados en realizar las múltiples capacidades de la cooperación entre Rusia y la UE.

El actual nivel de interacción entre Rusia y la UE no llega a corresponder a los retos globales, ante todo en lo que al aumento de la competitividad de nuestro continente común se refiere. Vuelvo a proponer el proyecto de crear una comunidad de economías desde Lisboa hasta Vladivostok. Para acercarse, más tarde, a la formación de una zona de libre comercio e incluso de mecanismos más avanzados de la integración económica. Entonces obtendremos un mercado continental común de billones de euros. ¿Acaso puede dudar alguien que esto sería estupendo, y correspondería a los intereses de los rusos y los europeos?

También cabe pensar en la cooperación más profunda en la esfera energética: hasta la creación de un complejo energético europeo común. En esta dirección se dan pasos importantes, como la construcción de los gasoductos Nord Stream, por el fondo del Báltico, y South Stream, por el fondo del mar Negro. Estos proyectos son apoyados por los gobiernos de muchos países, en ellos participan las empresas energéticas europeas más grandes. Cuando estén puestos en explotación en pleno, Europa obtendrá un sistema de distribución de gas seguro y flexible, que no dependerá de ningunos caprichos políticos, lo que permitirá afianzar la seguridad energética del continente no sólo en palabras, sino realmente. Esta tarea es tanto más relevante a la luz de la decisión de algunos Estados europeos de reducir o incluso renunciar por completo al uso de la energía nuclear.

Francamente, “tercer paquete energético” promovido por la Comisión Europea, destinado a desplazar las empresas energéticas rusas, no contribuye en absoluto a afianzar nuestras relaciones. Más aun, teniendo en cuenta la creciente desestabilización que afecta a los suministradores de recursos energéticos alternativos a Rusia, este paquete agudiza los riesgos sistémicos de la propia situación energética europea y el rechazo de los potenciales inversores a nuevos proyectos de infraestructura. En conversación privada, muchos políticos europeos criticaron el paquete. Hay que aunar voluntades para eliminar este obstáculo en el camino hacia una cooperación mutuamente provechosa.

Creo que una verdadera cooperación entre Rusia y la Unión Europea será imposible hasta que existan las barreras que impidan los contactos personales y económicos, en primer lugar, el régimen de visados. La supresión de visados constituiría un impulso poderoso para la verdadera integración entre Rusia y la UE, ayudaría a ampliar los lazos culturales y empresariales, sobre todo para empresas pequeñas y medianas. Los temores de los europeos de que vengan los llamados emigrantes económicos rusos son infundados. Nuestra gente tiene posibilidades para aplicar sus fuerzas y sus habilidades en Rusia; estas posibilidades son cada vez mayores.

En diciembre de 2011 acordamos con la UE los pasos recíprocos para la eliminación de visados. Es posible y necesario plasmarlos sin perder tiempo. Me refiero a que tenemos que seguir trabajando con ello sin escatimar esfuerzos.


Relaciones ruso-estadounidenses

Durante los últimos años, se han hecho muchos esfuerzos para desarrollar las relaciones ruso-estadounidenses. Pero no se ha logrado llegar a un acuerdo sobre la producción de un cambio fundamental en la matriz de estas relaciones, que siguen mejorando y empeorando.

Esta cooperación inestable entre Rusia y EEUU, es consecuencia de estereotipos y fobias tradicionales que subsisten hasta hoy en las relaciones ruso-estadounidenses, entre otras cosas. Se puede citar como ejemplo la imagen de Rusia en el Capitolio de los Estados Unidos. Pero el problema principal consiste en que el diálogo político y la cooperación entre Moscú y Washington carecen de sólido fundamento económico. El comercio bilateral no corresponde al potencial económico de nuestros países y las inversiones mutuas afrontan los mismos obstáculos. Así las cosas, no se ha creado una malla de seguridad que podría evitar que nuestras relaciones no dependiesen de los altibajos coyunturales. Tenemos que trabajar en esto.

Tampoco contribuyen a fomentar la comprensión mutua los sistemáticos intentos de EEUU de ocuparse de “ingeniería política” durante las campañas electorales en Rusia, sobre todo en las regiones que tradicionalmente han sido de mucha importancia para Rusia.

Quisiera recordar que Moscú está preocupado por los planes de EEUU de desplegar el sistema de defensa antimisiles (DAM) en Europa. ¿Por qué este sistema nos preocupa más que a otros? Porque solo amenaza a las fuerzas estratégicas de disuasión nuclear de Rusia en este escenario de operaciones, y además podría alterar el equilibrio político y militar en el mundo que se ha mantenido durante varias décadas.

El nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas Ofensivas (START) firmado por Rusia y EEUU en 2010 establece vínculos directos entre el DAM y las armas estratégicas ofensivas. El Tratado entró en vigor y demostró su eficacia. Su suscripción fue un gran éxito en el ámbito de la política exterior. Estamos dispuestos a considerar varias versiones de nuestra agenda bilateral con EEUU en materia de control de las armas durante el período estipulado. Pero es indispensable que se tomen en consideración el equilibrio de intereses y que ninguna de las partes busque obtener ventajas unilaterales mediante negociaciones. Quisiera recordar que ya en 2007 propuse una posible solución al problema del despliegue del escudo antimisiles al entonces presidente de EEUU, George W. Bush, durante nuestro encuentro en Kennebunkport. Si esta solución hubiera sido aprobada, habría cambiado las relaciones ruso-estadounidenses y contribuido a un desarrollo positivo de la situación.

Además, si en aquella época hubiéramos conseguido un progreso notable en el ámbito del DAM, esto literalmente habría abierto las compuertas para desarrollar un modelo de cooperación absolutamente nueva, más bien parecida a la cooperación entre los aliados, en otros sectores también.

Pero esto no se hizo realidad. Sería útil volver a escuchar las grabaciones de las negociaciones en Kennebunkport. Durante los últimos años, las autoridades rusas han formulado otras propuestas en materia del escudo antimisiles que todavía siguen en vigor. Sea lo que sea, no quisiéramos terminar la búsqueda de fórmulas de compromiso para resolver el respectivo problema. Preferiríamos que el despliegue del escudo antimisiles de EEUU no alcanzara tales dimensiones que obligaran a Rusia a tomar las contramedidas anunciadas.

Hace poco he hablado con Henry Kissinger, ex secretario de Estado de EEUU, con el que me reuno de manera regular. Coincido con este gran experto que opina que en los períodos de la turbulencia internacional las relaciones estrechas y de confianza entre Moscú y Washington son especialmente necesarias.

En general, Rusia estaría dispuesta a realizar un avance real en sus relaciones con EEUU en caso de que los estadounidenses sigan fieles a los principios de una cooperación equitativa, basada en la confianza mutua.


Diplomacia económica

En diciembre del año pasado la interminable historia con el ingreso de Rusia en la Organización Mundial de Comercio (OMC) se dio por concluida. No puedo pasar por alto el hecho de que en la recta final de este maratón la administración del presidente estadounidense, Barack Obama, y los dirigentes de varios Estados europeos contribuyeron activamente a solucionar problemas pendientes.

Francamente sea dicho, en este largo camino quisimos en reiteradas ocasiones "cerrar la puerta" y abandonar las negociaciones. Pero no cedimos ante las emociones y al fin alcanzamos una fórmula de compromiso favorable para Rusia. Logramos proteger intereses de los fabricantes de producción industrial y agrícola ante la creciente competencia externa. Nuestros operadores económicos tendrán posibilidades adicionales para salir al mercado mundial y gozar de la protección de sus derechos. Este es el resultado principal de la adhesión de Rusia al “club” mundial de comercio.

Rusia cumplirá las normas de la OMC como todos los demás compromisos internacionales. Espero que nuestros socios actúen con honradez y observen las reglas de juego también. Además, quisiera señalar que ya hemos transferido los principios de la OMC al reglamento del Espacio Económico Único integrado por Rusia, Bielorrusia y Kazajstán.

Si intentamos analizar cómo promovemos los intereses económicos de Rusia en el ámbito internacional, es evidente que solo estamos aprendiendo a aplicar un enfoque sistémico en este ámbito. No tenemos tanta experiencia como nuestros socios occidentales en ejercer la presión de lobby para promover en el mercado externo las soluciones ventajosas para los empresarios nacionales.

Tenemos que realizar las tareas muy serias en esta materia, teniendo en cuenta lo que Rusia planea pasar a un modelo del desarrollo innovador. Es necesario conceder a Rusia derechos equitativos en el sistema actual de relaciones económicas y minimizar los riesgos que podrían surgir durante su integración en la economía mundial, en particular, en vista del ingreso de Rusia a la OMC y su futura adhesión a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

Necesitamos ampliar nuestra presencia en los mercados internacionales y evitar la discriminación por parte de otros actores. Hoy en día, en el extranjero no es nada bueno el trato hacia los operadores económicos rusos contra los que se aplican medidas restrictivas y se introducen barreras técnicas que les ponen en una situación menos ventajosa en comparación con sus competidores.

Observamos una situación parecida en materia de inversiones. Hacemos todo lo posible para atraer a la economía rusa capitales extranjeros, a los inversores de fueras les ofrecemos acceso a las ramas más atractivas, incluido el sector energético. Mientras, a los inversores rusos no les dan la bienvenida en el extranjero y se les cierran frecuentemente las puertas demostrativamente.

Se puede citar muchos ejemplos. Los inversores rusos no han podido adquirir la filial europea de Opel, pese a la aprobación de esta venta por parte del Gobierno alemán y los sindicatos alemanes.

En varios casos, los empresarios rusos que han invertido grandes recursos en activos extranjeros no pueden realizar sus derechos como inversores. Esto pasa con frecuencia en Europa Central y del Este.

Todo esto pone en evidencia la necesidad de reforzar el acompañamiento político y diplomático de la actividad de los empresarios rusos en el mercado internacional, así como prestar más apoyo a los proyectos clave en materia de negocios.

Es indispensable recordar que Rusia es capaz de tomar medidas de respuesta en relación a los que recurren a la competencia desleal.
El Gobierno y las uniones empresariales deberían coordinar mejor sus esfuerzos en el ámbito de economía exterior, así como promover más activamente los intereses de los empresarios rusos y ayudarles a introducirse en nuevos mercados.

Quisiera asimismo centrar la atención en el siguiente factor importante que determina el papel de Rusia en la coyuntura política y económica internacional, tanto actualmente como en un futuro. Se trata del territorio extenso de nuestro país. Aunque hoy en día, no ocupamos una sexta parte de la superficie terrestre del planeta (como la antigua Unión Soviética), la Federación Rusa sigue siendo el país más grande que posee las mayores reservas de recursos naturales en el mundo. Se trata no sólo de petróleo y gas sino también de recursos forestales, tierras cultivables y reservas de agua potable.

Es decir, el territorio de Rusia es la fuente de su fuerza potencial. Anteriormente, el vasto territorio de nuestro país lo protegía de la agresión proveniente del exterior. Hoy en día, en caso de que elijamos una estrategia económica correcta, este territorio podrá aumentar la competitividad de Rusia.

Menciono, en particular, un creciente déficit del agua potable en el mundo. Se puede pronosticar que en un futuro previsible se desarrollará una competencia geopolítica por los recursos acuáticos. Podremos usar esta baza. Nuestro país entiende que debería aprovechar sus riquezas con diligencia y de un modo estratégicamente correcto.


El apoyo a los compatriotas y la cultura rusa en el ámbito internacional

El respeto que se siente hacia el propio país viene determinado, entre otros factores, por el grado de protección que ofrece a sus ciudadanos en el extranjero. Es importante que no nos olvidemos nunca de los intereses de millones de compatriotas nuestros residentes en otros países, así como de quienes se encuentran en el extranjero de vacaciones o de viaje de negocios.

Me gustaría subrayar que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia y todas las representaciones diplomáticas y consulares han de prestar ininterrumpidamente ayuda real a los ciudadanos rusos. Los diplomáticos rusos han de reaccionar inmediatamente ante cualquier dificultad que pueda surgir entre los ciudadanos rusos y las autoridades locales y ante cualquier accidente, entre otros, de tráfico, sin esperar a que los medios de comunicación se hagan eco del caso.

Mostraremos suma determinación para conseguir que los Gobiernos de Letonia y Estonia respeten las numerosas recomendaciones emitidas por los organismos internacionales competentes sobre el respeto de los derechos de las minorías étnicas. El vergonzoso estatus de los “no ciudadanos” aplicado a los nacionales rusos es inaceptable, también por el hecho de que uno de cada seis habitantes de Letonia y uno de cada trece habitantes de Estonia, al ser considerados “no ciudadanos” están privados de los fundamentales derechos políticos, electorales, económicos y sociales, incluida la posibilidad de usar libremente la lengua rusa.

Recientemente, en Letonia se ha celebrado un referéndum sobre el estatus de la lengua rusa que volvió a ofrecer a la comunidad internacional una muestra evidente de la gravedad del problema, dado que a más de 300.000 de esos “no ciudadanos” no se les permitió participar en el plebiscito. Es inadmisible la negativa de la Comisión Electoral Central de Letonia de conceder a los delegados de la Cámara Pública de Rusia la posibilidad de ejercer de observadores durante dicho referéndum, mientras que los organismos internacionales encargados de velar por los estándares democráticos prefirieron hacer la vista gorda.

En rasgos generales, a Rusia le parece insatisfactorio el tratamiento que se le da al problema de los derechos humanos a nivel internacional. En primer lugar, porque Estados Unidos y otros países occidentales buscan monopolizar esta cuestión, politizándola por completo y usándola como mecanismo de presión. Sin embargo, no soportan que se les critique, mostrándose altamente susceptibles ante cualquier comentario negativo. En segundo lugar, el control internacional del respeto de los derechos humanos no se lleva a cabo de acuerdo con unos principios universales sino de una manera selectiva, según el criterio de ciertos países.

Rusia siente que se le da un trato parcial y cargado de agresividad y prejuicios: a menudo las críticas contra nuestro país sobrepasan todos los límites razonables. Si señalan nuestros defectos con razón, solo lo aplaudiremos y sacaremos las conclusiones necesarias. Sin embargo, cuando las críticas son injustificadas y se sueltan por oleadas, como si estuvieran planificadas, con el objetivo de formar una determinada actitud de los ciudadanos de esos países hacia Rusia, nos damos cuenta de que esas críticas no responden en absoluto a los proclamados ideales morales y democráticos.

No se puede dejar desatendida la esfera de los derechos humanos: Rusia es una democracia joven y en numerosas ocasiones nos mostramos excesivamente modestos, evitando herir la autoestima de nuestros socios más experimentados. Pero por otro lado tenemos cosas que decir al respecto, porque nadie es perfecto a la hora de garantizar el respeto de las libertades fundamentales. Incluso en las democracias más antiguas es posible encontrar graves infracciones y no se las debe pasar por alto. Por supuesto, no se puede actuar siguiendo el principio de “mírate a ti primero”, porque todas las partes ganan cuando hay un diálogo constructivo sobre el tema de los derechos humanos.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia publicó a finales del año pasado su primer informe sobre 'Sobre situación de los derechos humanos en determinados Estados'. Creo que habría que actuar de una manera todavía más activa, entre otras cosas para fomentar una cooperación más amplia en todos los problemas de carácter humanitario y promover los principios fundamentales de la democracia y el respeto de los derechos humanos.

Este postulado forma parte de los planteamientos informativos y propagandísticos de la política exterior y de la diplomacia rusas, tratando de crear una imagen no distorsionada de nuestro país en el extranjero. Hay que reconocer que, en este terreno, los avances son más bien modestos, dado que en la esfera informativa sentimos muchas veces nuestra impotencia ante competidores muy poderosos. Pero no cabe duda de que es otro tema que merece una atención primordial.

Rusia es heredera de una gran cultura cuyos valores son reconocidos tanto en Occidente,como en Oriente. No obstante, invertimos de una manera muy débil en la cultura y en su promoción en el mercado global. El renacimiento del interés mundial hacia el universo de las ideas y de la cultura a través de la conexión a la red global le concede a Rusia, con su destacada capacidad para crear valores culturales, unas posibilidades adicionales.

Rusia tiene la oportunidad no sólo de conservar su cultura, sino de hacer de ella un potente motor de promoción en los mercados globales. El espacio de la lengua rusa abarca todo el territorio post soviético y una considerable parte de Europa del Este. La promoción de nuestra cultura en vez de las pretensiones imperiales, la exportación de los valores éticos y culturales en vez del armamento y los regímenes políticos importados deberían favorecer a los productos, servicios e ideas provenientes de Rusia.

Hemos de multiplicar nuestra presencia a nivel mundial en las esferas de la educación y la cultura, intensificándola más si cabe en aquellos lugares donde parte de la población hable o entienda ruso.

Habría que pensar seriamente cómo aprovechar al máximo la celebración en Rusia de importantes eventos internacionales como la Cumbre del Foro de Cooperación Asia Pacífico en 2012, de las cumbres del G-20 y G-8 en 2013 y 2014, respectivamente, de la Universiada de Kazán de 2013, de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 y de los Campeonatos del Mundo de Hockey y Fútbol de 2016 y 2018.

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Rusia está decidida a garantizar su seguridad y sus intereses nacionales mediante una participación más activa y constructiva en la política mundial y en la solución de los problemas globales y regionales. Estamos abiertos a un diálogo franco y a la cooperación con nuestros socios extranjeros que sea mutuamente provechosa y a mantener un diálogo abierto. Nuestro objetivo es mostrarnos respetuosos con los intereses de nuestros aliados, pero les pediremos que respeten, a su vez, nuestros intereses.

Vladimir Putin

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