domingo, 17 de abril de 2022

Chemtrails, o el colmo de la paranoia.

Chemtrails, o el colmo de la paranoia.

 


Supuestos "chemtrails" sobre Las Vegas (EE.UU)

Supuestos "chemtrails" sobre Las Vegas (EE.UU)

Una de las más llamativas teorías conspiranoicas con la que podemos encontrarnos en estos tiempos es la de ciertos grupos de gente, en algunos casos bastante organizados, que postulan la teoría de que una conspiración mundial de gobiernos, ejércitos, empresarios y banqueros nos están fumigando con productos químicos con diversos fines siniestros.

La forma de hacerlo se supone que es mediante aviones militares camuflados que volando a baja altura siembran nuestros cielos de productos químicos. Estas fumigaciones adquieren la forma de las estelas de condensación de los aviones a reacción (contrails en inglés), pero dado que -siempre según los creyentes en esta conspiración- se trata de algo más que vapor de agua, han acuñado el término de «chemtrails» (estelas químicas) para definirlos y diferenciarlos de las anteriores.

Diferencias entre contrails y chemtrails

Un contrail o estela de condensación es una nube artificial de forma alargada, producida por la condensación del vapor de agua que surge de la combuistión de los motores de un vehículo, por lo que aparece como una estela tras el mismo.

Para que se forme, son necesarias determinadas condiciones de temperatura y humedad. Las más habituales (o al menos visibles) son las formadas por los aviones comerciales a reacción, pero también encontramos estelas en otros tipos de aviones o incluso en barcos. Hay que recordar que la combustión de cualquier combustible fósil produce, como parte de los residuos, vapor de agua, que es expulsado por la via de escape.

En contraposición, un chemtrail sería una nube similar producida por la fumigación deliberada de un compuesto químico a baja altura. Según los creyentes en estas fumigaciones, se diferencian de los contrails por aparecer a menor altura y ser más persistentes.

¿Que se pretende con estas fumigaciones?

En realidad, no existe un consenso entre los seguidores de chemtrails sobre cuáles son los objetivos perseguidos por los conspiradores. Así, según la corriente que consultemos, podemos leer que se tratan de productos químicos para idiotizar y controlar mentalmente a la población, mientras otros postulan que producen efectos negativos en la salud (como cáncer o leucemia) o incluso que están produciendo el cambio climático de forma intencionada.

"Nosotros necesitamos controlarte" - "Los chemtrails pueden dañar tu salud"

"Nosotros necesitamos controlarte" - "Peligro, Los chemtrails pueden dañar tu salud"

Por supuesto, podemos encontrar versiones completas donde se enlazan todas las posibles funciones de las fumigaciones, como la intención de controlar mentalmente a la población, mientras se la debilita con enfermedades, para que acepten sin rechistar un golpe militar en marcha en EE.UU. que implantará el Nuevo Orden Mundial.

No obstante, lo más común es que se mezclen sin criterio alguno una y otra intención, sin importar en absoluto que resulte totalmente delirante la planificación de una serie de acciones que pretenden controlar a la población, cambiar el clima del planeta, hacer la guerra química y consegir aumentar las alergias infantiles, todo como parte del mismo plan.

¿De que están compuestos los chemtrails?

Tampoco existe un acuerdo general sobre los productos químicos que nos echan encima estos aviones, pero generalmente encontramos en la documentación pro-chemtrails productos como el bario, aluminio, polímeros (a secas), JP8+100 (un combustible de aviación), 1,2 Dibromoetano (un pesticida) y, en general, cualquier sustancia que suene peligrosa o cancerígena.

Por supuesto, no existe ninguna asociación ni explicación pertinente sobre como un polímero ataca al cerebro humano, como cambia el clima el aluminio o de que manera el bario provoca la aceptación del nuevo orden. A lo sumo, ciertas explicaciones sobre provocar el calentamiento global «añadiendo polvo de óxido de hierro magnético al polímero, para después calentarlo por medio de la energía que desprenden las antenas HAARP«

Detalles especialmente interesantes

A pesar de que el cuerpo de la teoría es el mencionado arriba, podemos encontrarnos con ciertas puntualizaciones que muestran un grado de imaginación (o capacidad mágica de obtención de informaciones) totalmente desmesuradas:

chemtrails3 «Es muy probable que esas estelas en forma de “X” que vemos en el cielo sean marcas que dejan los pilotos para que puedan ser visualizadas desde los satélites para hacer un seguimiento de la evolución de la dispersión de las estelas químicas«
Eritrocitos «También se han encontrado glóbulos blancos y rojos y células de tipo no identificado en las muestras extraídas de los chemtrails. Esas células parecen estar disecadas o congeladas e introducidas dentro de las fibras microscópicas.«
chemtrails4 chemtrails5 «La refracción o fluorescencia que se observa en la foto en un área de nubes ocurre por la caída de las sustancias de los chemtrails. En la foto abajo nubes brumosas por encima de los árboles muestran particulas mezcladas con etileno dibromida. Si ves algo así, no hace falta que te diga que debes correr como alma que lleva el Diablo y salir de esa zona porque el etileno dibromida es altamente tóxico incluso en pequeñas dosis.»

Nota: ¿este hombre sabrá lo que es un arcoiris?

Las supuestas pruebas

Como en cualquier teoría conspiranoica que se precie, se aboga porque a pesar del ultracontrolado, oculto e impenetrable plan a nivel mundial, existen una serie de pruebas que son evidentes para cualquiera que sea mínimamente inteligente. Sin embargo, la realidad es tan simple como categórica: no existe prueba alguna que apoye tamaña conspiración.

Examinemos lo que se supone que son las señales que toda mente abierta, crítica e inteligente no debe tener problema en detectar:

1. En el cielo se observan estelas tras el paso de aviones

Efectivamente, muy a menudo podemos ver estelas blanquecinas que cruzan el cielo, a veces en buena cantidad. Sin embargo, es algo normal, y se produce por la condensacion del vapor de agua que contiene el aire que sale de los motores a reacción, al descender bruscamente la temperatura.

Aunque las estelas de condensación (contrails) son un fenómeno que existe desde la aparición de la aviación a reacción, cada vez son más frecuentes debido al incremento del tráfico aéreo comercial.

2. Los contrails solo se producen a partir de 8 km de altura, por lo que si un avión deja una estela a menor altitud, se trata de una fumigación.

Vayamos por partes: en primer lugar, esta afirmación no es cierta. Las estelas de concentración se producen generalmente a partir de 8.000 metros, no solamente a partir de 8.000 metros.

Esto se explica porque la formación de estas estelas dependen de diversos factores, principalmente la temperatura, presión atmosférica y humedad relativa. Lo más normal es que se produzcan a gran altura, debido a los factores mencionados, pero pueden producirse menos frecuentemente a mucha menor altitud como puede apreciarse en el gráfico siguiente.

Así pues, los factores reales que influyen en la formación de estelas de condensación son la temperatura, presión y humedad relativa, no la altitud. De hecho, en algunos gráficos predictivos, ni siquiera se muestra esta última.

Como ejemplo, y si observamos la gráfica podemos comprobarlo, es posible que se formen chemtrails a unos pocos cientos de metros o, incluso, a nivel del mar, como ocurre algunas veces en las regiones polares.

Carta Appleman de estimación de contrails

Carta Appleman de estimación de contrails

3. Las estelas de condensación desaparecen rápidamente, mientras que los contrails permanecen horas y se confnden con las nubes.

En primer lugar, conviene señalar una obviedad que no parece ser conocida por los que utilizan este argumento: las estelas de condensación son muy parecidas (por no decir semejantes, a pesar de su distinto origen) a las nubes. Ambas consisten en la condensación de agua o cristales de hielo.

Existen dos tipos de estelas de condensación: las estelas de corta duración y las estelas persistentes. Estas últimas pueden permanecer durante horas e incluso confundirse o fusionarse con otras nubes. El que se forme o no se forme una estela, así como su persistencia, no depende del avión ni de la altitud, sino de nuevo de las condiciones de temperatura, presión y humedad relativa.

La argumentación errónea de los pro-chemtrails consite en una falacia: «como hay contrails de corta duración, si una estela persiste durante horas, no es un contrail». O lo que es lo mismo: «como hay elefantes en África, si no está en África, no es un elefante».

4. Las estelas de larga duración (supuestos chemtrails) son un fenómeno reciente, posterior a 1980.

Esta afirmación no es inexacta: es simplemente falsa. Existe documentación sobre la formación de contrails desde al menos 1920!, y durante la segunda guerra mundial eran extraordinariamente abundantes en algunas rutas aéreas.

La mayor abundancia actual se explica sin recurrir a conspiraciones: el aumento en el tráfico aéreo durante las últimas décadas (solo durante la última se ha incrementado un 50%).

5. Los chemtrails forman a menudo discontinuidades, debidas posiblemente al cambio de bombonas del agente fumigante.

No hace falta ser un mortífero producto químico lanzado sobre la población para mostrar discontinuidades. Un avión que atraviesa una zona con diferentes características de humedad o temperatura puede dejar de formar su estela, para continuar más adelante, al cambiar las condiciones atmosféricas.

De esta forma se explica también que, de dos aviones cuyas rutas parecen cruzarse, uno forme un contrail y el otro no: ambos estarán volando a diferente altitud y, por lo tanto, a diferente condición de presión, humedad y temperatura.

6. A diferencia de los contrails, los chemtrails se emiten formado redes, lo que da un aspecto cuadriculado en el cielo, lo que suguiere una fumigación planificada.

Las supuestas «redes de fumigación» no son más que las estelas de diferentes rutas aéreas que se cruzan unas con otras. Cualquier vistazo a un mapa en el que aparezcan éstas, ofrece una explicación bastante más sencilla:

chemtrails1

rutasaereas

7. La composición química de los chemtrails es diferente a la de las estelas de condensación, presentando elementos pesados, polímeros e incluso restos orgánicos.

Esta afirmación es, simplemente, pura fantasía. No existe un solo análisis químico que muestre composiciones «extrañas» en una estela de condensación, sea contrail, chemtralil o cuaquiercosatrail.

Tratándose de una invención, los conspiranoicos suelen recurrir a una estratagema retórica muy común en las pseudociencias: ¿acaso se puede meter una nube en un tubo de ensayo? No hay pruebas porque, según ellos, no puede haberlas, hay que asumirlo sin más.

Resumiendo, los chemtrails presentar bario, aluminio y glóbulos rojos porque así se lo sugiere su intuición a estos «investigadores». Supongo que huelga cualquier tipo de crítica a estos métondos tan novedosos de análisis químicos.

8. Estos productos químicos son dañinos para la salud y nos están envenenando

Aparte de que difícilmente podemos saber si los supuestos chemtrails son perjudiciales para la salud humana cuando ni siquiera conocemos de que se están compuestos. Y, por otro lado existe una enorme incongruencia: ¿no se suponía que la función de estas fumigaciones era controlar la mente? ¿cómo se compatibiliza esto con producir un fallo respiratorio generalizado o un ataque cardiaco?.

Conclusión

Por poco que se analice esta curiosa teoría con el más mínimo espíritu crítico, observamos que no se está hablando de nada tangible. Todo es humo o, mejor dicho, vapor de agua.

No hay ningún indicio que nos lleve a pensar en una actividad extraña sobre nuestros cielos, y las supuestas evidencias presentadas por los partidarios de la conspiración no son más que una colección de incorrecciones o invenciones directas.

Siempre lo digo: una cosa es que te guste el cine de ciencia-ficción y otra creerte el guión…

 

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