La biogeografía dice no al Diluvio universal
Era una mañana soleada y feliz. Ese día me encontraba en mi clase bíblica para niños y frente a mi una señora con figuritas coloridas de fieltro se disponía a contarnos una historia de la Biblia. Mientras centrábamos nuestra atención en el tablero de fieltro la maestra decía: “En los tiempo de Noé toda la Tierra fue destruida por un diluvio y sólo se salvaron Noé, su familia y una pareja de cada especie animal, aunque de ciertos animales, como las ovejas y las vacas entraron siete animales. El resto pereció como consecuencia del pecado.”
El tiempo pasó, y cuando llegué a joven seguía creyendo estas historias. Sin embargo un día tuve las siguientes preguntas: ¿Cómo llegaron los koalas a Australia desde el monte Ararat? ¿Cómo sobrevivieron en su travesía desde Ararat hasta Australia sin hojas de eucaliptos para comer en su camino? (Recuérdese que los eucaliptos son endémicos de Australia y que los koalas se alimentan casi exclusivamente de estas plantas.)
La pregunta tenía lógica ya que desde el literalismo bíblico se afirma que después del diluvio no quedaron más animales que los se habían salvado en el arca. Estos desembarcaron en el monte Ararat (en la actual república ex-soviética de Armenia) y desde allí repoblaron el Mundo.
Los biólogos se explican la distribución actual de las plantas y animales teniendo en cuenta la evolución de los organismos y la deriva continental. Las dos opciones están descartadas dentro de la denominación en la que fui criado, ya que éstas implican largos períodos de tiempo.
Sin embargo, los koalas son solo una especie de marsupiales, y Australia está llena de marsupiales nativos: Uombats, canguros, bandicuts, etc. Por esta razón la pregunta luego se extendió a todos los marsupiales endémicos de Australia: “¿Cómo llegaron los marsupiales a Australia desde el monte Ararat?”
La distribución geográfica de las aves también plantea interrogantes similares. En muchas islas oceánicas se pueden encontrar aves no voladoras o que tienen poca habilidad para volar, razón por la que parece poco probable que hayan llegado allí desde el Monte Ararat (Véase listado al final).
En realidad son muchas las especies de aves insulares endémicas que son incapaces de volar. Tomemos por ejemplo el famoso dodo y hágamos las siguientes preguntas: ¿Cómo pudo llegar un ave pesada y no voladora a una isla oceánica? ¿Por qué llego sólo allí? ¿Cómo sobrevivió por fuera de su hábitat natural en su travesía desde el monte Ararat hasta la isla donde reside actualmente sin los recursos de los que depende su alimentación? ¿Cómo sobrevivió durante su viaje a enemigos naturales de los que no podía defenderse? ¿Cómo sobrevivieron en el arca durante el supuesto diluvio?
Ahora realicemos estas mismas preguntas con las otras 31 especies restantes de la lista (al final del texto). Sería imposible que estas aves hubiesen llegado a las islas donde actualmente viven desde la costa del lado continental, tal como lo supone la leyenda del diluvio universal.
Hasta el momento no he hecho más que decir que es poco probable que las aves no voladoras hallan llegado desde el monte Ararat, después del diluvio, a sus respectivas islas. Pero no he respondido por qué se encuentran estas especies únicas en estas islas. La respuesta es simple: Por que han evolucionado allí.
Cuando un grupo de individuos de una especie A, llega a un lugar nuevo (por ejemplo una isla oceánica) y encuentran allí nuevas condiciones ambientales, es entonces cuando la selección natural (la supervivencia y reproducción diferencial de unos individuos respecto a otros) empieza a actuar, llevando con el tiempo a formar una especie nueva: A’. Es por esto que la clase de las aves presenta tantas dificultades insalvables al relato del diluvio. Dada la capacidad de volar, estas colonizan más fácilmente las islas que los demás grupos de animales. Una vez aisladas geográficamente de las poblaciones originales, la selección natural actúa adaptando a los organismos a un nuevo ambiente, llevando a una diferenciación respecto a las poblaciones originales.
¿Y por qué la evolución produjo aves incapaces de volar? La razón es que en estos nuevos lugares, muchas aves ocuparon papeles ecológicos de frugívoros o ramoneadores terrestres a lo cual se suma, con frecuencia, la ausencia de depredadores. Por esta razón se hace innecesaria la capacidad de volar. En otras palabras: La existencia de nuevas oportunidades ecológicas libres de competencia supone la oportunidad de evolución para una especie nueva. El paleontólogo Stephen Jay Gould con respecto a la formación de nuevas especies afirmó:
“En teoría darwiniana la competencia es el gran regulador. Darwin concibió metafóricamente el mundo como un tronco con diez mil cuñas, que representan las especies, apretadamente clavadas a lo largo de su longitud. Una nueva especie únicamente puede entrar en este mundo atestado insinuándose en alguna rendija y haciendo saltar otra cuña. 1
Bajo esta perspectiva podemos respondernos cómo apareció una especie no voladora, como el dodo en la isla Mauricio. Esta ave muy probablemente descienda de alguna población de palomas que si podían volar, que llegaron a la isla Mauricio y posteriormente se adaptaron al nuevo ambiente, haciéndose al final muy diferentes de la especie de paloma parental. Al estudiar la anatomía del dodo se puede advertir que su esternón tenía una minúscula quilla; esto indicaba que sus antepasados en tiempo geológico si podían volar.
Otro aspecto que debemos tener en cuenta para entender la
distribución geográfica de plantas y animales es la deriva continental.
Australia, por ejemplo se separó de la Antártica hace aproximadamente
40 millones de años.
Durante millones de años las placas tectónicas se han estado moviendo lenta pero continuamente contribuyendo así a separar faunas y floras enteras durante largos períodos de tiempo. La deriva continental también a jugado un papel muy importante en la evolución del clima de la Tierra al modificar el paso de las corrientes marinas y al crear nuevas cadenas montañosas (al chocar dos placas) que modifican los patrones de lluvias a uno y otro lado de la montaña (efecto de sombra de lluvia).
Las pruebas de la deriva continental son demasiadas y encajan con la idea que las especies cambian con el tiempo y que todas provienen de un ancestro común.
Cuando se le presentan estas objeciones a un creacionista su estrategia es dejar de prestar atención a las evidencias, y de esta manera asume que desaparecen. La duda les es poco placentera comparada con la confortable idea de ser los poseedores de toda la verdad.
Apéndice.
Especies de aves insulares no voladoras
Nombre de la Isla |
Nombre Común |
Nombre Científico |
---|---|---|
Madagascar |
Pájaro Elefante |
Aepyornis maximus |
Mauricio |
Dodo |
Raphus cucullatus |
Mauricio |
Rascón de Mauricio |
Aphanapterix bonasia |
Reunión |
Solitario de Reunión |
Ornithaptera solitarius |
Rodríguez |
Solitario de Rodríguez |
Pezohaps solitarius |
Australia |
Emú |
Dromaius novahollandie |
Nueva Guinea |
Casuario grande |
Casuarius unapenndiculatus |
Nueva Guinea |
Casuario de casco |
Casuarius casuarius |
Nueva Guinea |
Casuario de Bennet |
Casuarius bennetti |
Nueva Guinea |
Rascón áptero |
Megacrex inepta |
Nueva Guinea |
Paloma faisán de Melanesia |
Otidiphaps nobilis |
Nueva Zelanda |
Moa |
Dinornio maximus |
Nueva Zelanda |
Moa |
Dinornio gazella |
Nueva Zelanda |
Moa |
Dinornio robustus |
Nueva Zelanda |
Moa |
Pachyornio elephantopus |
Nueva Zelanda |
Moa |
Pachyornio mappini |
Nueva Zelanda |
Moa |
Emeus crassus |
Nueva Zelanda |
Moa |
Emeus huttoni |
Nueva Zelanda |
Moa |
Euryapteryx geranoides |
Nueva Zelanda |
Moa |
Anomalopteryx parvus |
Nueva Zelanda |
Moa |
Anomalopteryx didiformes |
Nueva Zelanda |
Moa |
Anomalopterys oweni |
Nueva Zelanda |
Moa |
Megalapterys didinus |
Nueva Zelanda |
Moa |
Megalapterys hectori |
Nueva Zelanda |
Moa |
Megalapterys benhami |
Nueva Zelanda |
Kiwi mayor |
Apterix haastii |
Nueva Zelanda |
Kiwi común |
Apterix australis |
Nueva Zelanda |
Kiwi menor |
Apterix owenii |
Nueva Zelanda |
Takahe |
Notornis mantelli |
Nueva Zelanda |
Kakapo |
Strigops haloroptilus |
Nueva Caledonia |
Kagú |
Rhynochetos jubatus |
Galápagos (Ecuador) |
Cormorán áptero |
Phalocrocorax harrisi |
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